La “Torre das Águias” se encuentra en la extinta localidad del mismo nombre, hoy perteneciente a la freguesía de la vecina Brota, en el municipio de Mora.
Es un monumento militar de traza gótica manuelina de gran valor histórico y arquitectónico que se enmarca en el grupo de construcciones señoriales fortificadas cuyo objetivo es ser un símbolo de apropiación del territorio (“domus fortis”), que no tienen tanto una función defensiva, sino que conjugan formas asociadas a la arquitectura militar con la función residencial temporal o permanente
Es considerada como el último estadio de la casa fuerte medieval, en el mismo horizonte que algunos ejemplos del norte de Portugal (Refóios, Quintela) o las torres en torno a Évora: Torre de Coelheiros, Torre do Esporão, Torre de Amoreira, Torre da Camoeira, Solar Sempre-Noiva, Torre do Carvalhal o la Torre da Vidigueira.
Historia
Una descripción de la aldea de 1527 no hace ninguna referencia a la torre, pudiendo deducirse que aún no existiría a la época. Sin embargo, en 1531 Bernardo de Bronseval se alojó en la torre durante su viaje a España y Portugal. De ese modo, la torre se erigió entre 1527 y 1531, por iniciativa de Fradique Manuel.
En 1535 la villa perdió el estatuto de municipio, quedando integrada en la freguesía de Brotas. También la sede parroquial fue transferida para Brotas.
El terremoto de 1755 apenas le causó daños, una fisura en una pared que fue fácilmente reparada con estuco.
Fue clasificada como Monumento Nacional en 1910. En 1927 la propiedad la ostentaba el conde Fontalva y en 1950 ya había pasado a manos de João Lopes Fernandes, el cual, dado su avanzado estado de ruina, la cedió al estado en 1958. Durante la revolución de los claveles fue ocupada por campesinos del Alentejo
Hoy en día tras alguna intervención y caídas de piedras, sigue sin ser utilizado, en abandono y sin conservación.
Descripción
La torre señorial presenta planta cuadrada, centralizada, simple, con 18 metros de lado y 22 de altura. En la zona más cercana al suelo el grosor de la pared alcanza los 2 metros.
El edificio se divide en cuatro pisos distribuidos de forma homogénea, marcados por la apertura de ventanas de pecho en las fachadas laterales. El edificio es rematado por una terraza delineada lateralmente por merlones puntuados por «agujas cónicas de ladrillos (…) que servían de garitas», en la que irrumpen las diez chimeneas del edificio.
En el interior, la planta baja posee un salón amplio, cubierto por bóveda ojival, correspondiendo la planta siguiente al piso noble del solar, con salón cubierto por bóveda de ojivas, paralelo al cual se dispusieron las restantes divisiones. Los dos pisos superiores, cubiertos por bóveda abatida, eran compartimentados, integrando cuatro divisiones.
Varias partes tienen el techo derruido lo que significa que el piso arriba de estas se encuentra en el mismo estado, con bastante peligro de derrumbe. Hay también magníficas chimeneas.
La torre se alza en una pequeña elevación y comparte su suerte con un aglomerado de caserío del siglo XVII que se encuentra igualmente en ruinas. Tiene adosada otro edificio del siglo XVIII con dos pisos y en el mismo estado de conservación.
Más información y fotografías
Ruinarte http://ruinarte.blogspot.com.es/2010/04/torre-das-aguias-brotas-mora.html
Fotografías de Ruin’Art