Saliendo de Forte de São Julião da Barra, hacia Lisboa, encontramos tres fuertes abaluartados prácticamente uno junto al otro. Se trata de la «Bateria de Feitoria», el «Forte de Catalazete» y el «Forte de Santo Amaro de Areeiro», construidos en diferentes épocas de los siglos XVII y XVIII.
Bateria de Feitoria
El primero que encontramos es la «Bateria de Feitoria». En su origen fue una edificación militar de apoyo a la construcción de la Torre do Bugio (en el islote Cabeça Seca a mitad del estuario) a finales del siglo XVI. El conjunto comprendía edificaciones para la residencia de los trabajadores, barracones para la preparación de la cantería y almacenes para los materiales de construcción. En esa época fue conocido como Feitoria das Obras da Cabeça Seca.
Fue ya en torno a 1710 cuando fue construida una batería para proteger los edificios que ya entonces alojaban a batallones militares y poder cruzar fuegos con São Julião.

Estando acuartelado en el fuerte a comienzos del siglo XIX en Regimento de Artilharia da Corte, su comandante, el entonces coronel Marechal António Teixeira Rebello, funda allí en el año 1803 el Colégio de Educação Militar, lugar en el que permanece hasta 1814, y que posteriormente fue trasladado a Lisboa.
Tras ello fue sede de diversos Regimientos y Batallones. Hasta que en el siglo XX fue entregado para colonia de vacaciones del Colegio Militar, función que aún sigue desempeñando.
Forte de Nossa Senhora das Mercês de Catalazete
A menos de 300m. del anterior, encontramos el «Forte de Nossa Senhora das Mercês de Catalazete» también conocido como «Forte Novo das Mercês», o más comúnmente como «Forte do Catalazete”, actualmente Pousada de Juventude.

En 1762, fue allí edificada una Batería cuya función era reforzar las defensas de la Fortaleza de San Julião da Barra. Lo constituía un parapeto de albañilería, a la que se añadió, pasado algún tiempo, un muro que tenía por objeto cerrar el recinto defensivo. Estaba equipado con 9 piezas de fuego.
Acabado el estado de Guerra fue desguarnecido en 1756. En 1777, aunque todavía disponía de 10 piezas de artillería, fue entregado para garantizar su conservación y guardia, a una familia de civiles que allí residía. En 1793 se realizaron obras de recuperación ya que se encontraba arruinado.
Al parecer, la única acción bélica en la que el Fuerte tomó parte fue realizar 17 disparos el 11 de julio de 1831 con motivo del ataque sorpresa de la Escuadra Francesa del Almirante Roussin. Se reedifica otra vez en 1831, pero inmediatamente fue desactivado en 1834 como estructura militar de la defensa.

Desde entonces fue alquilado por diversos particulares hasta que en 1955 se llevan a cabo obras para adaptarlo a Colonia de Vacaciones para jóvenes. En 1977 se entrega a la Associação Portuguesa de Pousadas da Juventude, función que todavía hoy desempeña
Forte de Santo Amaro de Areeiro

Algo más de 400 metros separan el Forte de Catalazete del «Forte de Santo Amaro de Areeiro», también conocido como “Forte Velho” o “Forte de Areeiro”.
Su construcción se inició en 1647 dentro del Plan de Defensa de la Barra del Tajo puesto en marcha en los primeros momentos de la Guerra de Restauración de la Independencia que se extendió de 1647 a 1668. Para 1659 el fuerte estaba operativo y artillado con 7 bocas de fuego.
Se levantó en el extremo oeste de la playa de Santo Amaro de Oeiras, cruzando fuegos con el Forte o Torre del Bugio y con el Forte de San João das Maias y apoyando la defensa proporcionada por Forte de São Julião da Barra, a quien se subordinaba. Su posición estratégica dominaba el canal por donde aún hoy pasa la navegación para alejarse de los bancos de arena del Bugio.
Realmente a partir de entonces no se le conocen hechos de armas, pero si usos muy diversos, así como campañas de renovación y épocas de abandono.

Más recientemente, entre 1961 y 1962 sus dependencias fueron utilizadas como residencia de veraneo por el Ministro de Ejercito. Tras la Revolución de los Claveles se llevaron a cabo allí reuniones políticas. Por motivos de seguridad de algunas personalidades que acudían a estas reuniones, se construyó un muro de cemento a su alrededor, lo que lo ha descaracterizado totalmente y supone un verdadero atentado al patrimonio.
En 2010 se autorizó su venta al sector privado y vendido en 2011 a una empresa de participaciones públicas. Todavía se espera la demolición del muro de cemento que lo rodea