Es el primer fuerte que encontramos en la desembocadura del Tajo desde el norte, siguiendo la costa cuando entramos en el municipio de Cascais, en el que está ubicado. También se suele llamar Forte da Praia de Albano.

Fue construido en 1642 siguiendo el Plan diseñado bajo las órdenes del gobernador de Cascais, D. António Luís de Meneses, para la reformulación del sistema de reformulación de la defensa de la Barra del Tajo en la guerra de independencia frente a España.
Su objetivo era impedir los posibles desembarcos enemigos en el extenso arenal de la Playa del Guincho, así como en toda la ensenada de la Playa del Abano, funcionando, además, como atalaya con comunicación visual para el Forte da Roca, al norte, y el Forte de S. Brás de Sanxete, en el Cabo Raso al sur.
De todas formas, como la mayoría de las fortificaciones entre Cascais y Lisboa, nunca participó en ninguna operación bélica, funcionando tan sólo en la práctica como un elemento disuasorio.
Su historia es una sucesión de largos períodos de abandono que provocaban daños, tanto en las murallas, como en las piezas de fuego. Se seguían, en tiempos de alerta, campañas de restauración. Las más importantes fueron llevadas a cabo alrededor de 1793, cuando la plataforma rocosa en que el fuerte asentaba amenazaba con desmoronarse. Se procedió entonces a un refuerzo significativo de las murallas, siendo el basamento rocoso «contrafuerte» por un paredón de cantería. Durante estas obras, el interior de la fortaleza fue restaurado con alguna alteración de su organización espacial.
La fortaleza tiene planimetría rectangular, dividiéndose en dos espacios distintos, el menor del lado de la tierra, que correspondía a los alojamientos dispuestos en torno a un patio, y otro más grande, la plataforma de la batería, que inicialmente albergaba siete piezas de artillería.
Aunque su forma es bastante similar a otros fuertes (particularmente el del Cabo Raso), tiene la particularidad de una imponente muralla en toda la altura del acantilado rocoso a la que prácticamente bate el mar.
Desactivado a finales del siglo XIX, fue alquilado en varias ocasiones a particulares. En 1934 pasa a la posesión del Ministerio de Finanzas que lo cede en 1944 al Club Nacional de Campismo que lo va a utilizar como casa-abrigo. En los últimos años se ha realizado un protocolo de cesión de este espacio al Ayuntamiento de Cascais estando también prevista su rehabilitación. En 1977 fue declarado Monumento de Interés Público.