Bajamos el río Lima desde Lindoso, entre paisajes espectaculares y nos acercamos por su margen derecha a las tierras medievales de Arcos de Valdevez
Esta pequeña ciudad tuvo un papel importante en la historia de Portugal. Cerca de ella, a pies del río Vez en el año 1141, se produjo una gran batalla -que se denominó luego el “Torneo de Valdevez”- entre las tropas de Alfonso VII del reino de León y Alfonso Henriques que supuso, tras la victoria portuguesa, un último impulso en la consolidación del reino de Portugal independiente de León.

Hoy Arcos de Valdevez es un espléndido lugar en cuyo término se ubica buena parte del impresionante Parque Nacional de Peneda-Gerés, que alberga aldeas encantadoras como Sistelo o Soajo.
En el valle del Lima vamos a encontrar una particular concentración de “Solares” o Paços. Torres señoriales con aspecto defensivo, que en el transcurso de los siglos en muchos casos ha sido bastante desvirtuado. En todo caso estas torres no tenían una función fundamentalmente defensiva, sino de afirmación del poder local de determinadas familias nobles o de ostentación de familias poderosas. También tenían la función del cobro de las rentas o del vasallaje
En el término de Arcos de Valdevez encontramos algunos de las más destacadas solares del valle del Lima. Visitamos la Torre de Tora, el Paço de Giela, la Torre de Grade y la Torre de Aguiã
La Torre de Tora
Situada en la freguesía de Vale se yergue sobre una gran roca en lo alto de una pequeña colina muy cercana al río Lima. Poco se sabe de la torre original, pues he encontrado fuentes que la remontan incluso al siglo XII en tanto otras la fechan en el siglo XV
En todo caso, en el siglo XVIII, en manos de la familia Araújo sufrió importantes trasformaciones. Así se demolió de la mitad superior de la torre S., a la que se sobrepuso un tejado, para hacer 2 dormitorios; se transformaron los restos de la torre N. en una casa para la servidumbre; se construyó un piso con balcón acristalado sobre la arcada; y se erigió un portal de entrada al solar coronado por un escudo de armas.

De nuevo a finales del siglo XIX volvió a sufrir grandes trasformaciones que originaron grandes críticas de la opinión pública: se modificó todo el lado N., añadiéndole una nueva ala con siete salas; que quedó dotado de un nuevo ala con 7 salas; se adosó a la torre S., del lado poniente, una pequeña dependencia de 2 pisos y cuarto de baño; instalación de gas, iluminación y canalización de agua; sustitución del balcón acristalado sobre la arcada por otra con armazón metálico y construcción de mansardas.
Lamentablemente tuve problemas con las fotos de esta torre, que sólo percibí tras estar bien lejos del Lima
