Santarém, su Castillo y Murallas, se sitúan en un sitio privilegiado en términos estratégico-defensivos sobre el río Tajo, de tal forma que en época medieval la población fue una pieza importante de la llamada “Línea del Tajo”. Del imponente conjunto defensivo que fue, apenas quedan algunos trozos de las murallas y la Torre das Cabaças.

Historia
Santarém tuvo una pronta ocupación humana. Se cree que ya estaba ocupada en el siglo VIII A.C. Julio Cesar estableció aquí un campamento militar en 61 AC. La población se denominaba “Scallabis Praesidium Iulium” constituyendo entonces un importante puesto comercial del medio Tajo y uno de los más importantes centros administrativos de la Lusitania.
Los musulmanes ocuparon Santarém en 715, que empezó a denominarse “Shantarin” constituyendo también una importante ciudad dividida en cuatro núcleos, la alcazaba, la medina de Marvila, el puerto de Alfange y el arrabal de Seserigo, barrio situado en la margen derecha de la ribera del Runes.
Santarém fue en varias veces blanco de las incursiones de los reyes asturleoneses, época en que sus fortificaciones deben haber sido reparadas y reforzadas por los musulmanes. Entre el final del siglo XI y el inicio del siglo XII, la posesión de la plaza se alternó entre estos y los cristianos, en función de los avances y retrocesos de la frontera.
Entre 1093 y 1111 estuvo sujeta al dominio cristiano, durante el cual el rey Alfonso VI de León y Castilla le concedió, en 1095, una carta de foral para su defensa y repoblación. De regreso a manos musulmanas se constituye, durante un corto período, en la capital de un pequeño emirato independiente: la Taifa de Santarém.

En la campaña de invasión hacia el sur de las fuerzas bajo mando Afonso I de Portugal, Santarém fue conquistada por sorpresa en un asalto nocturno con fuerzas escogidas 1l 15 de marzo de 1147. D. Afonso donó el dominio de toda la zona a la Orden del Temple para la configuración de la poderosa línea de frontera del Tajo
Fue D. Gonçalo Mendes de Sousa en 1163, el encargado de la reedificación de las defensas, trs ser nombrado alcalde mayor de la ciudad. La inestabilidad, no obstante, continuó: en 1184 Santarém fue atacada r fuerzas almohades que fueron rechazadas por las fuerzas combinadas de Fernando II de León y del Infante D. Sancho, futuro Sancho I de Portugal
En tiempos de D. Dinis I, tras la extinción de la Orden del Temple, el soberano incorporó en 1319 su patrimonio a la nueva Orden de Cristo
La villa y sus defensas fueron severamente dañadas por el terremoto de 1531 que se produjo en toda la Estremadura y que también arruinó otras fortificaciones como la de Alcanede. Posteriormente durante la Guerra de Restauración (1640-1668) las defensas fueron modernizadas y reforzadas para adaptarlas al empleo de la artillería.
Las Muralhas de Santarém / Castelo e cerca urbana de Santarém / Torre das Cabaças fueron declaradas Inmueble de Interés Público en 1917.

A área da antigua alcazaba fue transformada desde 1896 en jardín público y mirador conocido como Portas do Sol.
Descripción
Constituido por el recinto de la alcazaba que ocupaba 4 hectáreas y el recinto amurallado de la villa, con 33 hectáreas en total, era parcialmente defendido por una barbacana y por las cercas de los dos barrios existentes en la zona ribereña: la Ribeira (10 ha) y y el Alfange (2 ha.). De los períodos románico y gótico de su existencia -y, sobre todo, de la reforma efectuada en la Alcazaba a la época de D. Dinis-, subsisten murallas de paños verticales coronados por singulares merlones prismáticos, cuya traza no fue respetada íntegramente por la intervención realizada en el siglo XVI. Los merlones estaban rasgados por saeteras y los paños reforzados por baluartes cuadrangulares y semicirculares, así como por torres de planta de igual modo cuadrangular.
También constituyen características particulares de estos dos períodos la presencia de puertas de acceso de vano en arco roto, mientras que los vestigios seicentistas aparece en el revellín triangular constituido por paños en talud, así como en una garita con cúpula localizada en su vértice.

El recinto amurallado tenía 7 puertas. Estas entradas incluían la Puerta de Alpram, de acceso al altiplano de Marvila; la Puerta del Sol, de acceso al Alfange; la Puerta de la Alcazaba o de Santiago, de acceso al Castillo; la Puerta de Atamarma, también con acceso a la Ribeira; la Puerta de las Figueiras; la Puerta de Leiria; la Puerta de San Manços o la Puerta de Valada, que permitía una conexión por el Sur al núcleo urbano de la antigua villa medieval.
Portas do Sol y Porta de Santiago
Tanto las murallas, como las puertas, fueron sometidas a reparaciones y alteraciones a lo largo de los siglos, de las cuales destacamos la ampliación de su perímetro en el tiempo de D. Fernando I, al mismo tiempo que se ordenaba la reparación de la Alcazaba. Fue ya en pleno siglo XV que se procedió a la adaptación de la Torre de Alpram a Torre de Reloj (actual Torre das Cabaças), mientras que en el siglo XVII se reforzaron las estructuras de las murallas como consecuencia de las guerras de la Restauración.
Datarán de 1833 las últimas intervenciones realizadas en las fortificaciones, con las ampliaciones a los que se sometieron las murallas en el transcurso de las guerras liberales.

La degradación de esta estructura se inició luego en 1837, cuando el Ayuntamiento de Santarém resolvió demoler parte de las murallas, de algunas puertas de acceso y torres de refuerzo, para posibilitar la ampliación de las vías que conducían a su interior. Se resuelve también destruir la Puerta de Valada, al mismo tiempo que los tramos de la muralla eran ocultados por el crecimiento urbano. En los tres años siguientes fue demolida la Puerta de Palhais, mientras que la construcción de la línea férrea entre Asseca y Ribeira (1858 y 1860), implicó la demolición de las puertas y de los tramos amurallados situados en los barrios del Alfange y de la Ribeira. En 1865 se demolió la Puerta de Atamarma, y, entre 1875 y 1876, la de Manços, mientras la zona de la alcazaba fue transformada en jardín público en el año de 1896.
A pesar de que la muralla se encuentra clasificada como Monumento Nacional desde 1917, la destrucción continuó hasta 1964, cuando fueron demolidos algunos tramos amurallados, durante las obras de construcción del Museo Distrital de Santarém. El último destrozo se produjo en el año 2000 cuando se derrumbó un tramo de la vieja muralla, en la zona de Alcazaba.
Deja una respuesta