El “Castelo e Cerca Urbana de Vila Viçosa” se yergue en posición dominante sobre la ciudad, en una colina delimitada por las riberas del Ficalho y del Carrascal, ambos afluentes del Guadiana. Vila Viçosa es una villa llena de historia con un rico patrimonio, al que no es ajeno la existencia de un trabajo del mármol desde tiempos inmemoriales y que aún hoy en día es parte fundamental en la economía del municipio
Según parece por las lápidas encontrados, es posible que en la elevación que ocupa el castillo hubiera una fortificación romana, dada la proximidad a la carretera que unía Évora con Mérida. Posteriormente es posible que fuera ocupada por los musulmanes.
De castillo Medieval al Paço Renacentista
Puertas y cerca medieval
Conquistada a los moros en 1217 durante el reinado de D. Afonso II, recibe de D. Afonso III el foral en 1270, atribuyéndole la categoría de villa y privilegios con el objetivo de repoblación y cambiando el nombre del Vila Vicoço por el actual de Vila Vicoça
El castillo y su cerca fue edificado posteriormente, en tiempos de D. Dinis a finales del siglo XIII, en torno a 1290. Por esa época, siendo alcaide Soeiro Pires, ya estaba concluida la cerca de la villa, que se abría por tres puertas flanqueadas por torreones, la del Sol (o de la Traición), la de Estremoz y la de Évora.
Ya durante el reinado de Fernando I (1367-1383) y bajo la alcaideria de Gonçalo Pires de Azambuja, siguiendo el ejemplo de otros castillos del reino, se procedió a importantes mejoras de la fortificación, por ejemplo, la apertura al noreste la puerta de Elvas, entre dos cubos de planta cuadrangular, construyendo otro al norte y otros dos flanqueando los de la puerta de Estremoz. Se afirma además que D. Fernando mandó abrir al suroeste de la cerca la Puerta de la Torre que, de acuerdo con Túlio Espanca, fue ejecutada por un albañil de nombre Machado.
Ya en el siglo XV en 1461 pasó a formar parte del ducado de Bragança. D. Fernando, 2.º duque de Bragança, estando habituado a las planicies alentejanas, se trasladó a residir en la alcazaba del Castelo de Vila Vicoça, elevando la villa a la categoría de sede de la casa ducal de Bragança.
La construcción del Paço Ducal de Vila Viçosa, el más emblemático monumento de la población tuvo inicio en 1502, bajo el mando del Duque Jaime I de Bragança.

Hacia 1520 por iniciativa de D. Jaime I, comienzan las obras de profunda remodelación del viejo castillo para adaptarlo a la artillería, asignando los trabajos a D. Diogo o a Francisco Arruda, que habían trabajado en el Norte de África, particularmente en la construcción de las fortificaciones de la localidad marroquí de Azemmour.
De este modo el antiguo castillo fue transformado en una fortificación del gusto e influencia italianos, semejante al escenográfico Paço Castelo de la cercana Évora Monte. Las obras se prolongaron hasta 1537 y se transformó la torre del homenaje gótica en una estructura singular de planta cuadrangular, reforzada en los ángulos por poderosas torres cilíndricas.
También en el siglo XVI se acometió la construcción de una segunda línea de murallas -la Cerca Nova- que albergaba espaciosamente l avilla en expasión. Pero acvabó demolida en su totalidad, de la que apenas resta la puerta Norte.
Cuando en 1640, João II, Duque de Bragança, accede al trono de Portugal como D. João IV dando inicio à Dinastía de Bragança, Vila Viçosa pasa a convertirse en la residencia real de vacaciones de los monarcas.
El castillo quinientista
En la guerra de Restauración
Es precisamente en el contexto de la Guerra que se inicia en 1640 para la Restauración de la Independencia, cuando se ponen en marcha distintas iniciativas para la construcción de una serie de defensas en torno a la cerca de la villa y al castillo artillero quinientista. Vila Viçosa no sólo tenía valor por su situación geográfica en el camino de Estremoz y Évora, sino también simbólico por ser residencia real.
En 1661 Nicolau de Langres hace un estudio de las necesidades de fortificación de Vila Viçosa: La construcción de las tenazas abaluartadas se hace en varias fases y estarían listas para 1665, incluyendo el Fuerte de San Bento del que no quedan restaos. No fueron de mucha utilidad cuando ese mismo año las fuerzas españolas bombardearon la fortificación, rindiéndola, comandadas precisamente por el mismo Nicolau de Langres que se pasó de bando, pero que perdió la vida en la batalla. Estas tomaron la villa pese al refuerzo defensivo, pero conocida la llegada de un ejército protrugués al mando del Duque de Mariavla, las fuerzas españolas salieron a su encuentro y sufrieron una sonora derrota en la batalla de Montes Claros el 17 de junio de 1665
Los siglos XVIII y XIX
Todavía en la guerra de sucesión de España, la guarnición del castillo participó en algunas escaramuzas con los españoles
Fortificaciones del siglo XVII
En la Relación del Estado de los Instrumentos Militares, fechada el 6 de agosto de 1762, se señalaban las muchas deficiencias de conservación de la fortificación. Para más inri, en 1777 la Casa de Bragança mandó demoler un trozo de la cerca para aprovechar sus materiales en la ampliación del Paço Ducal. Todavía en el siglo XVIII se procedió a la sustitución del puente levadizo de la puerta principal del castillo.
Pero no terminaron ahí los hechos de armas. En medio de la llamada Guerra de las Naranjas, en mayo de 1801, una brigada española invadió y saqueó el castillo. Curiosamente el mismo año que el Ministerio de Guerra consideraba a la ciudadela como plaza desmovilizable y trasladando la artillería Campo Maior
No acabaron las vicisitudes. En 1802 se instaló en Vila Viçosa el 2º Regimiento de Infantería de Olivença. Pero no serviría de mucho, porque el castillo fe saqueado en 1808 durante la guerra peninsular. De estas vicisitudes el castillo necesitaba reparaciones que fueron acometidas entre 1821 a 1827 por la propia casa de Bragança

Durante la Guerra Civil Portuguesa, el castillo recibió un grupo de presos políticos liberales en febrero de 1829. Pero estaban en evidente peligro ante la amenaza de las fuerzas enemigas lideradas por José de las Vacas. El gobernador retiró el puente de albañilería de la puerta principal, pero finalmente ante la inseguridad y la falta de fuerzas para su defensa los presos fueron trasladados hacinados en 1833 a Estremoz
Por allí pasaron el regimiento de infantería nº 3, el de Caballería nº 3, el de Lanceros nº 1 o el batallón de cazadores nº 5. O sea que estuvo bien ajetreado
Para mediados del siglo XIX se registró el desmoronamiento parcial del ángulo meridional y de la fachada oeste, habiendo sido procedido por el Ministerio de la Guerra la restauración del ángulo meridional y de parte de la fachada oeste del palacio acastelado.
Del siglo XX a nuestros días
En 1910 el Castillo fue clasificado como Monumento Nacional, propiedad de la Fundación de la Casa de Bragança
Durante todo el siglo ha sufrido el Castelo y la cerca numerosas intervenciones de restauración y consolidación. Actualmente se encuentran instalados en el Castillo el uso de la Caza, donde se encuentra la colección privada de Manuel Lopo Caroça de Carvalho y el museo de Arqueología de la Fundación, ambos visitables.
Descripción

Se trata de una fortificación compuesta por tres núcleos superpuestos de diferentes épocas:
- Por un lado, la cerca de la villa de tipo gótico, de planta rectangular sensiblemente irregular con la parte superior SE. curvada, interrumpida por el castillo artillero quinientista.
La cerca está coronada por un parapeto almenado y circundada interiormente por un adarve, al que se accede por escaleras engarzadas en el espesor de la muralla.
Dispone de cinco puertas con duelas de cantería. Tres de ellas están flanqueadas por cubos ultra-semicirculares. Una cuarta, que se encuentra tapiada, está flanqueada por cubos cuadrangulares más altos que la muralla. La quinta se abre junto a una torre albarrana de planta cuadrangular que se conecta con la muralla por un pasadizo elevado, también con parapeto almenado.
- Por otra parte, en la parte SE de la cerca se sitúa el citado castillo artillero quinientista terminado en 1537, de nítida influencia italiana, de planta cuadrada irregular con torres cilíndricas en ángulos opuestos y patio central rectangular. Se encuentra envuelto por un foso y una fortificación parcialmente estrellada.
El castillo artillero tiene las fachadas parcialmente enfoscadas, con zapatas, terminadas en parapeto de remate convexo con merlones, abiertas perpendicularmente por pequeños vanos cuadrangulares cañoneros.
Las torres cilíndricas son abiertas por cañoneras con dos o tres órdenes de tiro
En la fachada principal se abre un portón en arco de vuelta perfecta, a la que se accede mediante puente levadizo. En la fachada lateral izquierda se abre otro portal semejante y en la posterior un postigo más simple.
En el interior, la muralla está abierta en todo su perímetro por una galería abovedada. En torno al patio central las fachadas tienen tres pisos, con vanos con marcos de mármol. E el centro del patio existe cisterna de dos naves y pozo.
- Finalmente, como se ha dicho existe una tercera defensa superpuesta construida en la Guerra de Restauración, consistente en una fortificación abaluartada de planta en estrella irregular que envuelve en castillo quinientista, compuesta por siete tenazas desiguales y con una pequeña cortina de interconexión de la que subsisten dos tercios. Existe una segunda cortina de trazado de tenaza desde el S hasta la cerca de la villa, compuesta por tres tenazas interconectadas, muy arruinadas