Seguimos la costa de Cádiz buscando las fortificaciones de levante a poniente. Y entramos en el término municipal de Barbate. En su Entidad Local de Zahara encontramos la Fortaleza de su nombre. Después tendremos ocasión de visitar la Torre del Tajo, la de Meca y finalmente la de Trafalgar junto al faro, antes de pasar a Vejer de la Frontera.
La Fortaleza de Zahara. Su historia
La Fortaleza o Castillo de Zahara de los Atunes, denominada también «Palacio de las Pilas», término que hace alusión a los depósitos usados para la conserva en salazón del atún, tiene un origen incierto, pues parece ser que la zona ya estuvo explotada por fenicios y romanos y la historia almadrabera en el Estrecho es bien alargada.
El recinto actual, con las inevitables modificaciones por el paso del tiempo, tiene su origen en 1294, año en el que el Rey Sancho el Bravo promete a Alonso Pérez de Guzmán el privilegio de armar almadrabas y pescar atunes, siendo las de Zahara de los Atunes y de Conil de la Frontera las más importantes en toda Europa.

Se genera, a partir de este hecho, una fortaleza que albergaba una serie de actividades complementarias relacionadas con la elaboración y conservación del atún, a la vez que era utilizada como recinto defensivo frente a los ataques de la piratería y para la protección de las artes de pesca, barcas y material en las épocas en las que estaba desarmada la almadraba.
La fortaleza actual fue construida por los Duques de Medina Sidonia con una triple finalidad: residencial, económica y defensiva. Residencial, pues el Duque acudía asidua y puntualmente a la pesca en las almadrabas y residía en el castillo acompañado de su corte y de sus invitados. En segundo lugar, tenía también una función económica puesto que en él efectuaban parte de las labores de la almadraba, para lo que tenían dependencias tales como salones con bóvedas para guardar la sal, salones para la preparación del atún, piletas para adobarlo y salarlo y estancias para guardar redes y con capacidad para guardar más de 30 barcos de pesca, además de sus talleres, hornos, oficinas de administración, capilla, etc. Su situación en la propia zona dunar de la playa, a escasa distancia del mar, va orientada a facilitar estas labores. Tenía también función defensiva, ya que éste era uno de los objetos pretendidos por el Rey al hacer la concesión de las almadrabas: facilitar la repoblación del despoblado litoral, por temor a la amenaza berberisca y defender el territorio de sus ataques.

Es tradición que Cervantes estuvo en el Castillo de las Pilas. Y en todo caso es mencionado en una de sus obras La ilustre fregona.
A principios del Siglo XVII, y debido a las buenas campañas, Zahara empieza a poblarse. Surgen las primeras viviendas, casi siempre adosadas a la muralla. Posteriormente empiezan a construirse casas con techo y bóveda, para defenderse del fuego. En 1601 el “Mesón del Sol” y las tres tabernas del recinto se arrendaron durante todo el año. Los Duques siguieron calando y se le encomendó la explotación a los marineros, constituidos en gremios y asociaciones.
En los años siguientes su explotación se le encomienda a diversos armadores de la zona, fundamentalmente onubenses, y algunos valencianos. Destacan las buenas campas realizadas por la familia Romeo.
En 1906 se inaugura la actual Iglesia Virgen del Carmen, ocupando dentro del Palacio el lugar donde inicialmente,en tiempos del Duque, estaba el saladero.

En 1929 se crea el Consorcio Nacional Almadrabero, asociación de carácter mixto, del capital público y privado, que agrupaba al estado y grandes compañías almadraberas. Haciendo uso de las extraordinarias facultades que le otorgaba el real Decreto de su constitución, y ante un acusado descenso de las capturas durante la segunda república, el Consorcio inicia una política de racionalización de explotaciones que supondrá una drástica supresión de muchas almadrabas, aunque la de Zahara se mantuvo. El Consorcio explotó la almadraba y ocupó el Palacio desde 1929 hasta 1936. Desde 1936 hasta 1974 el edificio se utilizó como cuartel, primero del ejército y después de la Guardia Civil. Después abandono
Una breve descripción
La fortaleza de Zahara es de planta sensiblemente cuadrangular y constaba originariamente de tres torres: dos angulares, la de levante y la de poniente, y una central, la de la vela, donde se encontraba el campanario. De los tres torreones sólo se conserva el de poniente, donde vivía el casero. Se conservan restos de la torre de Levante, que se solía destinar a las personas que se alojaban esporádicamente en el recinto.

Constaba de tres puertas, dos hacia el mar y una hacia tierra. Posteriormente se abrieron dos puertas más a la calle Gobernador Sánchez González. En su interior había un enorme saladero (Actual Iglesia), almacén de maderas (actual discoteca “Los Tarugos”), carnicería, almacén de pertrechos, pozo, dependencias para alojamiento del Duque, hornos para amasar, piletas, etc…. En la planta superior se encontraba la oficina de administración y diversas habitaciones para el alojamiento de la tropa.
Existían dos grandes patios, cuyos estados actuales coinciden sensiblemente con sus respectivos trazados originales. Uno adosado a la fachada norte que se destinaba a almacén de barcos. Aquí se encontraban los Postres de la Ramada, que era donde se colgaban los atunes para limpiarlos y hacerlos cuartos y donde se celebra la subasta. El otro patio, de mayor superficie que el anterior, es el que ocupaba actualmente la zona posterior del recinto y que está delimitado por la muralla exterior en sus linderos sur, este y oeste.
Es lastimoso que, pese a varios intentos y al interés del Ayuntamiento de Zahara, un patrimonio de tanta potencialidad y tan importante en la historia de la provincia, no sea rehabilitado íntegramente

Información extraída del IAPH
Localización: 36.13565, -5.84642
Portada: Jonatan Alcina Segura
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