Llegamos al mítico 100. Cien fortificaciones revisadas en la costa andaluza, un pequeño hito. Y el número redondo corresponde a la torre Quebrada en la costa de Benalmádena.
Es mencionada desde los primeros momentos por los cristianos, por lo que es segura su cronología musulmana. En las ordenanzas de 1497 ya se la denomina Torre Quebrada, debiendo sin duda su nombre a que estuvo rota durante muchos años entre los siglos XV y XVI. Se repara en varias ocasiones durante el siglo XVI. De hecho, consta que fue reparada en 1504 por el albañil Cristóbal de la Parra y en 1567 por Pedro de la Chica, vecino de Granada.
La Torre Quebrada está situada sobre una elevación escarpada no lejos de la línea de costa. Su entorno no está urbanizado actualmente, lo cual ya es extraño en esta costa, no presentando obstáculo alguno para su visión.

Tiene poco más de siete metros de altura siendo su parte más baja rellena de macizo, sobre el que hay una pequeña habitación en la que se encendían las hogueras de alarma, subiendo el humo hasta la azotea, que tenía pretil. La cámara presenta bóveda vaída de ladrillo. A través de una escalera interior se accedía a la azotea, que se encontraba protegida con un pretil uniforme rematado a sardinel, aunque éste está incompleto. Asimismo, muestra huecos en los que se localizaban sus primitivos matacanes.
Su obra es de mampostería, presentando el uso del ladrillo en el hueco de acceso y en la bóveda interior. Se conserva una saetera a unos 5 metros de altura, orientada al noroeste. Hacia el sur presenta otra un poco más alta, como a unos seis metros, que se encuentra medio cegada. El diámetro de base es aproximadamente de unos 5 metros y el del remate, a unos 8 metros de altura, se aproximará a unos 4 metros.
Había en esta torre dos guardas peones, pagados por la ciudad, uno continuo en la atalaya y el otro iba cada noche por escucha a la torre Bermeja y por la mañana volvía. Podía albergar dos cañones de a 4 libras.
Localización Benalmádena: 36º 34’ 59,1’’ N / 4º 32’ 22’’ W
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