No sería de justicia cerrar nuestra descripción de las fortificaciones de la capital sin tener en cuenta esas modestas torres de vigilancia que jalonaron los montes de Málaga, que tenían un papel fundamental en el dispositivo nazarí de defensa de la capital.
Estas torres, en efecto, situadas en altura de los montes cercanos a Málaga, ejercían una labor de vigilancia fundamental, tanto de ataques de la costa como de control de los caminos y rutas que conectaban la gran capital nazarí con otras zonas del reino.
Estas torres recibían y transmitían la información recibida las contiguas o a las fortalezas situadas en su campo de visión, así como las órdenes recibidas en uno y otro sentido. El sistema de transmisión se basaba en la producción de señales de humo si era de día y de hogueras durante la noche. El encargado de ejercer esta vigilancia y, en su caso, transmitir las señales era un individuo que generalmente vivía cerca de la torre y era conocedor de la zona. Este torrero subía al habitáculo superior salvando la altura del terrado mediante una cuerda o escala.

Como se ve en el plano que aporto, se han encontrado un total de cinco torres en el entorno de la capital. De norte a sur, la de Zambra (que se encuentra en terrenos de Casabermeja), la de la Reina o Verdiales, la de Atabal, la del Prado y finalmente la de la Alhaja, un poco distinta de las anteriores. La de Zambra y la del Atabal han sido completamente restauradas.
Torre de Zambra (localización 36.8834, -4.45013)

Se levanta sobre un monte a 869 m. de altura, ya en el término de Casabermeja. Su diámetro es de 5 m. y su altura tras ser recrecida desde los 4 m. por la restauración efectuada supera los 10m. Es difícil determinar la cronología exacta de la atalaya, pero sin duda debía existir a fines del siglo XIII.
La torre de Zambra, erigida en un punto privilegiado, es el vértice de un ángulo protector conectado ópticamente con sus homónimas de “Los Verdiales” y la desaparecida del despoblado de “Jotrón”, así como otra posible almenara en Las Pedrizas, que comunicaría con la Vega de Antequera, a través de “El Hacho”.
Desde su enclave podemos disfrutar de una de las vistas panorámicas más amplias y variadas de la provincia de Málaga, parte de la provincia de Granada (especialmente el estratégico Boquete de Zafarraya) e incluso el norte de África. Así, una vuelta de horizonte siguiendo el sentido de las agujas del reloj nos depara la siguiente secuencia, diecinueve poblaciones, más las ruinas de Bobastro, en las Mesas de Villaverde, las que se divisan desde la torre. Asimismo, se ven prácticamente todas las sierras de la provincia de Málaga, excepto la Serranía de Ronda, y gran parte de Sierra Nevada. Con especial nitidez se aprecia la Hoya de Málaga y el valle del Guadalhorce, sobre todo su vertiente derecha.
Así que esa posición geográfica le otorgó una importancia estratégica de primer orden
Torre de la Reyna o de Verdiales (localización 36.78346, -4.45607)

La torre se encuentra a una altura de 540 metros sobre el nivel del mar y desde ella se domina parte de los valles del río Guadalmedina, (incluida la torre de Zambra) del Guadalhorce y del río Campanillas; además de gran parte de la ciudad de Málaga. Se divisa, pues, una pequeña parte de la superficie dominada desde la torre de Zambra, pero con más detalle, dada su proximidad. Se divisa también la torre de Prado o de la Vega, situada en el valle del Guadalhorce.

De origen nazarí tiene un diámetro de 5 m y una altura conservada de 4m. No perderos la bonita ermita de Los Verdiales situada en las proximidades.
Torre del Atabal (localización 36.73106, -4.4772)

La torre del Atabal, situada en El Puerto de la Torre fue reconstruida en los años 80 del siglo XX. Los restos que habían llegado hasta ese momento constituían una planta circular de unos 7 metros de diámetro con una altura desconocida por el estado en que se encontraba.
El cerro sobre el que se sitúa permite otear y controlar con bastante eficacia todos los territorios situados al oeste (valle del Guadalhorce), al norte (accesos desde Almogía) y la línea de costa de la bahía de Málaga. En cuanto a su datación, para Antonio Molina Cobos, en su artículo de la revista Jábega titulado “Cuatro torres almenaras en los montes de Málaga”, publicado en 1985, afirma que es anterior al período nazarí). Sin embargo, en la ficha del P.G.O.U. de Málaga se afirma que: «la torre actualmente conservada es de tipología cristiana», y más adelante: «Debió elevarse sobre los restos de una torre anterior musulmana, construida en época nazarí». Ni idea.
Torre del Prado o de la Vega (localización 36.72723, -4.5236)

Cerca de Campanillas en lo alto de un cerro próximo a la barriada de Colmenarejo encontramos los restos de la que fue Torre Vigía del Prado. También se la ha conocido como Torre Quebrada. Se sitúa a una altura de 209 metros, desde la que se domina una amplia panorámica que corresponde al valle bajo del río Guadalhorce, conectando visualmente con las torres vigía del Atabal y de la Reyna
Quedan pocos restos de esta torre. Su base era de 4m. de diámetro, pero es imposible determinar su altura dado el gran deterioro.
Torre de la Alhaja o de la Quirosa (localización 36.75287, -4.39509)

Esta torre es distinta de las demás pues posiblemente no formaba parte del sistema de vigía de Málaga, aunque conecta con la Torre Blanca del Castillo de Gibralfaro.
Se trata más bien de los restos de una Torre Alquería de época nazarí, que tenía la función de vigilancia y protección de la zona, recogiendo en refugio a los habitantes en caso de peligro o ataque.
Su planta es rectangular de 3,30×4,90 m., conservando una altura de 6,40 m. en dos cuerpos.
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