El fuerte de Santa Catalina es la única defensa que subsiste de las construidas entre los siglos XVII y XVIII para la protección costera de la ciudad de Málaga. (Foto de inicio: Lámina de V. Páramo de 1871)
Pero la lista de defensas que se levantaron en esos siglos, hoy todas desaparecidas, es abultada: el Fuerte de San Andrés, el Fuerte de San Simón, la Torre Gorda, el Torreón del Obispo, el Hornabeque del Príncipe, el Fuerte de San Felipe, el castillo del Rey o batería de San Nicolás, el Fuerte de San Luis, el Fuerte de la Reina o Santa Isabel, la Batería del Espigón o Fuerte de San Rafael y el Castillo de San Lorenzo
Os recomiendo el estudio de Francisco Cabrera que analiza con detenimiento y rigor este conjunto de defensas.

En cuanto al fuerte de Santa Catalina se construyó al mismo tiempo que los de San Pedro y Santa Cruz, destinados a la defensa de levante de la costa malagueña. Fue levantado en 1625 por orden Pedro Pacheco, consejero de Guerra de Felipe IV y según diseño de Sebastián de Arriola, con vistas a reforzar el sistema defensivo de la ciudad. He leído otras fuentes que dicen que fue promovido por el obispo Francisco de Mendoza, pero creo que la documentación aportada en el citado estudio de Francisco Cabrera es concluyente.
Estos tres fuertes se edificaron “por estar aquella zona muy desprotegida”. Fue el primero llamado de Caleta Baja o de San Pedro, el segundo el de Caleta Alta y el tercero el de Santa Cruz. De los citados solo el de Caleta Alta se construyó con materiales más duraderos, razón por la que ha llegado a nuestros días, evidentemente muy transformado y a través de una dilatada historia con el nombre de Castillo de Santa Catalina.
El edifico se caracteriza por tener planta irregular, adaptada al terreno sobre el que se asienta, con dos plataformas semicirculares al exterior y dos torres para evitar los ataques del norte, así como dos baluartes de punta de diamante.

En 1821 Juan Pérez señaló que el fuerte de Santa Catalina y sus instalaciones necesitaban obras de consideración. En 1830 acababa de ser reparada y se hallaba en buen estado, pero sólo tenía de guarnición un sargento de artillería. En 1849 esta fortificación resultaba inútil y Miguel de Santillana y José Herrera García aconsejaron su demolición.


Finalmente fue vendido por el ejército y tras diversas transacciones llegó en 1915 a poder de Manuel Loring Martínez, desde 1911 conde de Mieres de Camino. Loring encargó hacia 1929 a los arquitectos franceses Levard y Lahalle un proyecto para la construcción de un palacio de estilo arquitectónico inspirado en el renacimiento árabe.
Dos anécdotas. La primera fue al inicio de la guerra civil, cuando en agosto de 1936, los guardias de asalto observaron cómo desde el castillo de Santa Catalina se realizaban extrañas señales. Al acercarse a efectuar un registro, encontraron en una dependencia del castillo un aparato de señales, del cual se incautaron y detuvieron a dos personas, que resultaron ser el jardinero y el guarda del castillo.
La segunda es que Franco se alojó en la mansión en mayo de 1943 y luego en mayo de 1956. Vamos todo un lujo de visitante.
Hoy el palacete y fuerte han sido convertidos en un hotel de lujo propiedad de una conocida cadena hotelera malagueña. Se conserva parte de la estructura del fuerte, como los torreones y la muralla, aunque bastante transformados.

Ficha técnica
Provincia | Málaga |
Municipio | Málaga |
Zona/Pedanía | La Caleta |
Tipología | Fuerte Abaluartado |
Fecha de construcción | 1625 |
Proyecto | Sebastián de Arriola |
Localización | 36.72479, -4.39407 |