En nuestro viaje siguiendo las defensas de la costa andaluza de oriente a occidente, ya en la capital almeriense, bajo la sombra de la impresionante Alcazaba.
En la época convulsa tras la conquista de Granada, numerosos edificios religiosos fueron fortificados o construidos como fortalezas. Hemos visto aquí ya la Iglesia/fortaleza Santa María de Mojacar. Veremos más adelante la de Motril.
Y la catedral de Almería también responde a esa tipología y de una forma destacada. Pese a sus valores artísticos, aquí nos toca centrarnos en los aspectos que la caracterizan como edificio fortificado.

Con el dominio cristiano de la ciudad desde 1489 y la necesidad de sometimiento también religioso, como parte de una estrategia de poder, surge la idea de dotar a Almería de una primera catedral alzada que se levanta sobre los restos de la otrora Mezquita Mayor. El gran terremoto de 1522 arruinó esa estructura (y buena parte de la ciudad) sobre la que posteriormente, ya en el siglo XVII, se construirá la iglesia de San Juan Bautista.
Cuando en 1523 es nombrado obispo de la ciudad Fray Diego Fernández de Villalán, franciscano amigo del Cardenal Cisneros, toma sobre sus hombros la construcción de una nueva catedral como un nuevo símbolo del poder y hegemonía de la nueva fe, un centro para organizar la diócesis y poder establecer las bases de convivencia y paz social al tiempo que controlar a los conversos.
En el clima de inestabilidad y penuria, el nuevo obispo impone una férrea administración, para construir esa catedral y recabar impuestos forzosos a moriscos y diezmos de la aristocracia local. El obispo Villalán decide construirla en pleno centro de la ciudad musulmana y aunque se le reprochase la dificultad de defenderla en este lugar.


No obstante, a su muerte en 1556, esta tarea de construcción recaerá en su sucesor don Antonio Corrionero Babilafuente, que probablemente será quien la consagre. La ciudad, empobrecida tras años de guerra, era además objeto frecuente de las incursiones de piratas berberiscos y sufría el descontento de una población de origen morisco que se sentía acosada y perseguida en sus últimos derechos, más aún con la actuación de este quinto obispo de Almería.
Así no es de extrañar que la catedral fuese concebida como un templo fortaleza, que, al margen de la Alcazaba a la que complementa en su tarea defensiva, también sirviese para resguardar a la población entre sus muros en caso de necesidad ante un ataque o una revuelta. Nada puede extrañar pues, la presencia de escudos imperiales carolinos junto a emblemas religiosos.
La nueva catedral es presumiblemente proyectada por Diego de Siloé, en estilo gótico tardío. El 4 de octubre de 1534 se coloca solemnemente la primera piedra de un edificio constantemente estremecido por la negativa de la nobleza local a ceder sus diezmos y que sale adelante principalmente con el aporte personal del Obispo Villalán y del Cabildo y las dádivas de la población local. La nueva fábrica irá creciendo durante treinta y cinco años y extendiéndose sobre una superficie de más de cinco mil metros cuadrados, cobrando el aspecto de una ciudadela con torres y murallas capaces de repeler la ofensiva, incluso de artillería, llegada desde el mar. La personalidad del edificio radica en ser una instalación defensiva que sirve de catedral, antes que una catedral que tiene carácter defensivo. Esta peculiaridad en su naturaleza puede servir para entender su estructura y el modo de ordenar el uso espacial: muros que son altos lienzos de muralla, cubiertas planas que sirven para el despliegue de cañones, carencia de torres en fachada, inusual reorientación en la primacía de las portadas, claustro que fue plaza de armas, poderosos torreones defensivos, etc,.. Las fotos que subo dan idea clara de ese carácter de fortaleza de la Catedral.

El templo se termina en 1564, presentando ya elementos renacentistas introducidos en la construcción por Juan de Orea.
Durante el Barroco, las actuaciones irán principalmente dirigidas al refuerzo del armamento defensivo del templo. La mayor, en 1620, ante una oleada de ataques de piratas argelinos, en la que se dotará al templo de nuevo armamento, mosquetes y arcabuces. En 1625 y 1635, volverán a organizarse compras de armas y renovación del material defensivo de la torre, ante nuevas situaciones de tensión. Sin embargo, éstas no llegarán a completarse, debido al relajamiento de la situación.
Catedral fortaleza de Almería. Principales datos | |
Provincia | Almería |
Municipio | Almería |
Tipología | Edificio religioso fortificado |
Fecha de construcción | 1564 |
Proyecto | Diego de Siloé – Juan de Orea |
Localización | 36.83784, -2.46759 |
Deja una respuesta