A mediados del siglo XVII los gobiernos de la corona enviaron a ingenieros para paliar las desastrosas consecuencias de los ataques corsarios en las poblaciones de la costa gallega. Se puso en marcha un sistema de alerta a las poblaciones mediante la construcción de torres de marina, o “fachos”, atalayas o garitas ubicados en puntos estratégicos a lo largo del litoral.
La red de “fachos” se comunicaban entre si y alertaban a las poblaciones mediante fuegos de tojos o fumatas. Algunas de estas atalayas próximas a villas importantes disponían de cañones como e A Guarda.
En 1670 escribía el peregrino borgoñés Domenico Laff escriba en su “Viaggio in Ponente a San Giacomo di Galitia e Finisterre”: “En el Monte Facho de Fisterra hay una torre y está hecha para encender fuego en su parte alta. Está aquí porque, de todas las naciones que navegan por el Océano, todos pasan a conocer este Cabo y muchas veces desembarcan en la Villa provocando muchos daños. Con el fuego de dicha torre se hacen señales a las villas vecinas, las cuales sucesivamente de unas a otras se pasan el aviso de peligro por lo que en una hora todo el Reino de Galicia está sobre aviso y acuden armados hacia aquel cabo para defenderlo”.
Ya en el siglo XVIII, el ilustrado coruñés José Cornide Saavedra publicó en 1764 una relación de estos “fachos” en la costa gallega, llegando a enumerar más de 40 torres y garitas de vigilancia entre Ribadeo y A Guarda. De ellos, sólo encuentro cuatro perfectamente conservados y restaurados: la Garita de Donón en Cangas, la Garita de Herbeira en Cedeira, la Garita de la Vela de Espasante y la del Facho de Maeda en Estaca de Bares.
Garita del Monte Facho o de Donón, Cangas
El Monte Facho de Donón en Cangas, tiene mucho de mágico, subida imprescindible para el buen viajero por Galicia. En su cima podremos ver un castro que se llamó Berógriba que surgió en el siglo VI a.C. El abandono del castro se produjo sobre el siglo I a.c. debido a la marcha de sus pobladores a otros emplazamientos más fáciles para la caza y la pesca.

Asociado a la divinidad castrexa de Bero Breus surgió aquí, sobre el siglo III, un santuario del que hay testimonios de que fuera uno de los templos de peregrinación religiosos más antiguos conocidos de la península, semejante sólo a otros distribuidos por zonas atlánticas y con influencias celtas.

La garita se construye en la parte más elevada del monte (unos 160m) en el siglo XVIII de forma circular y con una elegante cúpula. Su objetivo: avisar de la llegada de corsarios a las poblaciones costeras. Porque pese a su escasa altura, desde allí se puede divisar desde Cabo Silleiro en Baiona, pasando por toda la bocana de la Ría de Vigo, las Islas Cíes que parecen desde aquí que están a tiro de piedra, la Ría de Pontevedra con las Islas Ons, toda la Costa de la Vela, Finisterre y la grandiosidad del Océano Atlántico.
Garita vigía de Herbeira en Cedeira
Esta garita fue construida originariamente en el siglo XVIII en el punto más alto de la “Serra da Capelada”, a 620 m de altura, sobre los acantilados de vértigo de Herbeira, justo en el límite de los municipios de Cedeira y Cariño.

La construcción actual de piedra data de 1805. Se trata de una pequeña caseta de mampostería en granito de planta rectangular y 15 m2. Dispone de tres ventanas y una chimenea. El tejado también es de piedra en bóveda de cañón. Lo suficiente para albergar a un pequeño destacamento militar dedicado a la vigilancia costera. Se encuentra en parte cercada por un pequeño muro de piedra.
En el año 2003 la garita y su entorno fueron restaurados. Así que otra visita imprescindible para asomarse y ver la magnitud y la grandiosidad de los acantilados más altos de Europa, pues a su elevada altitud le debemos sumar su más del 80 % de pendiente, con lo que nos deja un espectáculo impresionante e inolvidable.
Garita de la Casa de la Vela de Espasante
Un pequeño promontorio entre las playas de las ensenadas de San Antonio y Espasante de no más de 60m, alberga otra de las garitas de vigilancia que construida a comienzos del siglo XVIII. Se trata de la Garita de la Vela o de la Casa de la Vela construida por el arquitecto militar José de Hermosilla Sandoval.

Formaba parte del sistema de avisos de los ataques corsarios, junto con la del Facho de Maeda en Bares, la del Limo en Cariño (de la que quedan apenas unas pequeñas ruinas), Herbeira y la garita de Candieira (de la que no he localizado restos).

La Garita de la Vela tiene planta rectangular cubierta a dos aguas en el exterior y bóveda de cañón interior. Tiene dos ventanas y una chimenea y servía como base a un pequeño destacamento militar
Garita del Facho de Maeda en Estaca de Bares
La vista que se tiene desde esta garita dominado el cabo de Estaca de Bares, es directamente espectacular. El Facho de Maeda es el punto mas elevado (331m) de la península de Bares que se estira hacia el norte para terminar en el Cabo de Estaca de Bares, el punto más septentrional de la península y límite convencional entre el Cantábrico y el Atlántico. Vistas impresionantes que nadie debía perderse.

La garita vigía fue edificada también en el siglo XVIII junto a las ya citadas de La Vela, Limo y Herbeira. Está construida en piedra, con un tejado en bóveda interior y exterior, ventanas y chimenea. Dispone además de un coqueto porche con un muro para aliviar los efectos de los vendavales. Y bancos de piedra para contemplar el paisaje a ambos lados.
Muy interesante, una cosa que no sabía de Galicia, y que me ha encantado aprender.
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