Sintra es una de las localidades imprescindibles en cualquier visita a Portugal. Además de los monumentos entre los que destacan el Palacio de la Pena, el Palacio Nacional, el Convento dos Capuchos o el Castelo dos Mouros, merece la pena un recorrido por su costa llena de rincones encantadores y espléndidas playas. Espectacular por ejemplo el cabo de Roca y su faro.

Como en buena parte de la costa occidental lisboeta, también en lo que hoy es el municipio de Sintra, se diseñó en los comienzos de la guerra de Restauración de la Independencia un plan de fortificaciones para prevenir los ataques de la armada española y otros corsarios y piratas al servicio de otros reinos europeos. Encontramos los vestigios del Forte da Roca cercano al cabo de Roca y el mejor conservado Forte de Magoito.
Forte de Magoito
El «Forte de Santa María de Magoito» se eleva sobre un acantilado que domina la bonita playa de ese nombre y cerca de la aldea de Magoito. Fue edificado muy probablemente durante el reinado de João IV, posiblemente a finales de este, para reforzar el sistema defensivo de la costa.
Aparece ya citado en 1712 en la Cartografía Portuguesa, pero el terremoto de 1755 le causó grandes daños. Paro al parece fue rearado, porque en la inspección de 1796 aún se encontraba operativo con artillería (necesitada de limpieza) y una pequeña guarnición

Una nueva inspección en 1831 señalaba su mal estado y la destrucción de su parapeto, al tiempo que la artillería estaba oxidada y sin munición
Ya en el siglo XX el Fuerte de Santa Maria volvió a ser rehabilitado, pero ya no para su uso como fortificación militar, sino como punto de vigilancia y control marítimo de la Brigada Fiscal de la Guardia Nacional Republicana
Forte da Roca

El «Forte de Nossa Senhora da Roca», que también se conoce como «Forte do Espinhaço», fue construido en una zona de muy difícil acceso en el marco del Plan de Fortificación de la barra del Tajo puesto en marcha en los primeros años de la Guerra de Restauración de la Independencia en 1640.
Pero en el siglo XVIII ya se encontraba en franca degradación y aunque recibió algunas obras de mantenimiento, para 1813 ya se encontraba totalmente inhabilitado.

Aunque hoy sólo persisten algunos vestigios, se trataba de un fuerte rectangular de pequeñas dimensiones con explanada para artillería y cuartel, polvorín y almacenes.
Saber más de este Forte: https://sintraecascais.wordpress.com/category/forte-de-nossa-senhora-da-roca/

Deja una respuesta