Vila do Conde es una ciudad costera que también conoció un importante desarrollo en torno al comercio marítimo y la construcción naval. Como Póvoa de Varzim, su nombre ya aparece citado como Villa de Comité en la carta de donación de bienes de la condesa Muniadona en 953.
En 1318 D. Afonso Sánchez y su esposa D. Teresa Martins fundaron el Monasterio de Santa Clara que todavía es uno de los monumentos más significativos de la localidad.
Ya en el siglo XIII la población destacaba como puerto de pesca y astillero, por lo que la defensa de la barra del río Ave frente a los ataques de corsarios y piratas era una preocupación recurrente. Fue también D. Afonso Sánchez quien ordenó la construcción de una torre defensiva junto a la ya existente Ermita de Guía en la desembocadura del río. De aquella torre hoy ya no quedan vestigios.
El rey D. Manuel se alojó en Vila do Conde en 1502 cuando se dirigía a Santiago de Compostela en peregrinación. Aquello fue un acontecimiento que marcó a la entonces Villa pues dio un fuerte impulso a la construcción de edificios nobles y confirmó el incipiente apogeo de la ciudad.
Durante el siglo XVI, Vila do Conde alcanzó su apogeo comercial y marítimo con la construcción naval, fuertemente ligada a los Descubrimientos, y con su puerto y aduana, constituyéndose en un importante puesto comercial en aquellos momentos.
Aunque la torre junto a la Ermita de Guía se mantenía activa, lo cierto es que su eficacia en la defensa de la barra del río se fue manifestando insuficiente ante el apogeo de la población. Por ello el 5º duque de Guimarães y señor de Vila do Conde, D. Duarte II, ordenó construir una nueva fortaleza, cuyo trazado se atribuye a ingeniero italiano Filippo Terzi.
Las obras habrían comenzado en 1570, pero pronto fueron abandonadas y no serían retomadas hasta el comienzo de la Guerra de Restauración de la Independencia, que fueron asignadas al ingeniero militar Antonio Vila-Lobos. En 1642 se finalizarán las obras con el cierre de la muralla este y el reforzamiento reforzada la guarnición ante el peligro de ataques de la armada gallega.

Tras la guerra civil portuguesa (1828-1834) el fuerte perdió valor estratégico y fue desguarnecido, siendo utilizado a partir de entonces como punto de registro de entradas y salidas de embarcaciones por la barra del rio Ave.
En el siglo XX fue abandonado, pese a su clasificación como Inmueble de Interés Turístico en 1967. Sin embargo, fue remodelado en la década de los 90 como unidad hotelera (hotel de encanto), con proyecto de los arquitectos Paulo Lobo y Amadeo Mandolesi. El hotel fue inaugurado en 1999, con el nombre de «Forte S. João«. También se han especializado en la realización de eventos.
Por cierto, Vila do Conde es la sede de la Feira Nacional de Artesanato, una de las mas prestigiosas del país. Y dada la riqueza artesana de Portugal, de la que soy un enamorado, no conviene perdérsela.

Descripción del Fuerte
El «Forte de S. João Baptista»o «Forte de Nossa Senhora da Assunção» pertenece a la tipología abaluartada de la época. De planta poligonal, la fortaleza posee cinco baluartes, para los cuales fueron proyectadas sus respectivas garitas de planta cuadrangular, pero solo se construyeron tres.
Sobre la puerta de armas, en arco de medio punto, se colocó el escudo de armas de Portugal.
En torno a la plaza de armas, al abrigo de las murallas, se distribuían los edificios de servicio acasamatados: casa del gobernador, cocina, polvorín y una capilla. En el centro de la plaza se abría una cisterna. En los vértices se localizan las rampas que permiten el acceso de la artillería a los baluartes.
