Castelo de Melgaço

En nuestro recorrido Miño arriba partiendo de Lapela encontramos pronto la Plaza Fuerte de Monçao. Pero por esta vez no vamos a detenernos, seguiremos rio arriba hasta llegar a Melgaço, el municipio más al norte de Portugal, ya cerca del recodo en que la frontera con Galicia abandona las aguas del Miño.

Es un bello municipio verde, típicamente miñota, que incluye una parte del Parque Natural de Peneda-Geres y con grandes extensiones de viñedo albariño. Posee además un rico patrimonio histórico, entre los que destacan para los objetivos de nuestro blog los castillos de Melgaço y de Castro Laboreiro.

Melgaço 1910
Postal antigua de Melgaço. 1910

El castillo y la cerca medieval

Como hemos explicado en otro post, el valle del Miño vivió durante la Edad Media una tensión recurrente entre la nobleza regional que quería reafirmar su autoridad local y los monarcas que buscaban establecer su poder regio; particularmente cuando en la época de la formación del Reino de Portugal el Miño se convirtió en una zona vital de relaciones y oposición con Castilla y León.

La fortaleza medieval de Melgaço fue el principal punto estratégico militar del Alto Miño en los albores la formación de la nacionalidad portuguesa. Pero, a diferencia de los castillos roqueros que puntuaban entonces este territorio, fue concebido como una estructura capaz de proteger a la primitiva población aquí preexistente y administrar el reino. Pero, sobre todo, tenía por objetivo simbolizar la autoridad del incipiente reino de Portugal frente a Galicia en una tierra fuertemente disputada con el de León.

La antigua cerca y su ligazón con la muralla del castillo2
La antigua cerca urbana y su ligazón con la muralla del castillo (Fuente SIPA)

Esta importancia queda constatada con la adjudicación a Melgaço del Foral en 1183 por D. Afonso Henriques, el único de este monarca en el Alto Miño y que ha sido considerado tradicionalmente como uno de los más importantes instrumentos jurídicos primigenios en el progresivo ejercicio del poder regio en materias de «administración regia local».

A comienzos del siglo XIII posiblemente el castillo estaría finalizado. Junto al apoyo real, para esta primera obra militar, se contó con las aportaciones de importantes Monasterios como el de Longos Vales y el de Fiães, comunidades a quienes se debió la construcción de la torre del castillo y de parte de la muralla.

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La configuración general de la fortaleza -caracterizada por una potente torre cuadrangular en el centro de un patio rodeado de murallas- confirma su origen románico.

A mediados del siglo XIII, y aprovechando la pacificación del reino tras la guerra civil, el castillo de Melgaço fue objeto de una gran campaña de obras que le confería lo esencial del aspecto actual. Al frente de este proceso estuvo el propio D. Afonso III, que contó una vez más con el apoyo del monasterio de Fiães y el del alcaide. Esta reforma no se limitó a actualizar el castillo con relación a los avances del arte de la guerra, sino que aumentó el espacio defendido mediante la construcción de una cerca urbana ligada al castillo.

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La torre del homenaje en el centro del patio de armas

La torre del homenaje es de aspecto macizo, con tres plantas y apretadas ranuras para la iluminación. Está coronada por una plataforma de almenas. Hoy la torre es sede de un polo museológico bastante interesante. La muralla del castillo es prácticamente circular y se encuentra defendida por tres torres. La más importante de ellas es la que está orientada hacia el núcleo urbano, de sección pentagonal, que muestra la reforma gótica de la fortaleza.

Sin grandes cambios a lo largo de los siglos, a excepción de una barbacana frente a la puerta principal construida a finales de la Edad media, el castillo de Melgaço fue parcialmente restaurado en la década del 60 del siglo XX, en una campaña que no desvirtuó excesivamente la estructura.

En cambio, de la cerca urbana sólo queda en pie el lienzo de murallas norte en el que se encuentra la Porta de Baixo. Como se ha dicho fue levantada a mediados del siglo XIII, en la misma época en que el viejo castillo románico de la villa fue objeto de una reforma casi completa. La primera referencia a esta cerca data de 1245, año en que las autoridades decidieron rodear la villa con una muralla de piedras cuadradas.

Melgaço Puerta de Abaixo cerca
Puerta de Baixo en la Cerca Urbana

Las obras debieron de avanzar con celeridad, pues en 1263, el tramo occidental de la cerca urbana debería estar concluido, pues es de ese año un epígrafe que identifica al promotor principal de las obras, el alcalde Martinho Gonçalves, y su arquitecto, Mestre Fernando, uno de los pocos nombres que se conocen ligados a la arquitectura militar medieval portuguesa.

La cerca tenía planta redondeada, casi de forma ovalada. Aunque no se puede precisar con exactitud, probablemente dispondría de un cierto número de torres cuadradas, dos de las cuales le servían de ligazón con la muralla del castillo. No obstante, en 1509, Duarte d’Armas dibujó la fortificación con tan sólo tres torres y dos puertas.

Melgaço
Dibujo de Melgaço de Duarte d’Armas. 1509

El castillo fue clasificado como Monumento Nacional en 1910

La fortificación abaluartada

En el siglo XVII, en el marco de la Guerra de la Restauración de la independencia de Portugal (1640-1668), se construyó una nueva línea de murallas abaluartadas rodeando el recinto medieval para adaptar las defensas a los avances de la artillería.

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Planta de Melgaço por Manuel Pinto Vilalobos. 1713

La planta dibujada en 1713 por Manuel Pinto Vila Lobos muestra baluartes orientados hacia los principales puntos de defensa: dos para el curso del río Miño y el tercero cubría el flanco meridional hacia el río Porto y el único puente que lo atravesaba. De los tres baluartes lo más importante era el orientado hacia el sur, constituido por dos medios baluartes hermanados, en el local donde hoy existe la plaza fronteriza al Ayuntamiento

También aparece una imponente tenaza con acceso a través de dos puertas casi simétricas, una de ellas defendida por una barbacana poligonal.

Planta Melgaço sobre
Planta de Melgaço sobre dibujo de Gonçallo Luís da Sylva Brandão. 1758

Las prospecciones arqueológicas de la tenaza en al actual Plaza de la República muestran que fue una construcción apresurada, con piedra de poca calidad con débil paramento y asentamiento irregular.

Recreación de la Tenaza
Recreación de la Tenaza

Porque en efecto de la casi totalidad de la muralla medieval y de las construcciones abaluartadas no quedan apenas restos. A lo largo del siglo XIX, perdida su función militar, se produjo un acelerado proceso de destrucción que está perfectamente documentado (ver cronología del desmantelamiento).

Una completa información sobre la historia y las defensa de Melgaço pueden consultarse aquí

Y una bonita visita aérea puede verse aquí

Melgaço Vista panorámica
Vista panorámica de las murallas del castillo

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