No cabe duda de que en el lugar donde se alza el «Castelo de Folgosinho» existió un Castillo Medieval.
Pero el castillo que hoy contemplamos poco tiene que ver con aquel Castillo medieval. En efecto, el castillo se construyó en 1938, con un estilo revivalista, cuando el Estado Novo quería reivindicar la mítica de la época de la creación del reino de Portugal.
Se construyó así un castillo -sin base documental alguna y sin incorporación de elementos originales- en forma de un diminuto recinto circular de aproximadamente 10m. de diámetro con muralla reforzada por pequeño adarve protegido por merlones y tres inventivas garitas cilíndricas. La puerta principal está orientada hacia levante y, en el lado opuesto, se alza una torre de sección cuadrangular, con acceso por puerta de arco apuntado.
Del original castillo medieval poco se sabe. Se suele adjudicar su construcción a D. Sancho I en 1183, que concedió foral a la población. De todas formas, a lo largo de los siglos las referencias documentales son muy escasas. Desde 1836 Folgosinho dejó de ser municipio integrándose en el de Gouveia.
En 1936 -antes del actual castillo- los vestigios fueron declarados Inmueble de Interés Público. En todo caso la subida al monte donde se sitúa sobre la población bien merece la pena porque las vistas son impresionantes
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