Localmente conocido como «Castelo dos Mouros», lo que queda de la fortificación medieval de Monforte no ilustra la importancia estratégica de esta fortaleza al principio de la monarquía portuguesa. De hecho, y aunque no se sabe con exactitud su origen, Monforte fue uno de los castillos que se incorporaron a la red defensiva del río Coa, que quedó definitivamente bajo posesión portuguesa en 1297 tras el Tratado de Alcañices. Su construcción se realiza en una posición dominante sobre la confluencia de la Ribera de la Canada con el rio Côa en el siglo XII, en pleno dominio leonés de esta zona del territorio

Con la pacificación de la línea de frontera, en el viraje hacia el siglo XIV, la red de poblamiento y de organización de este sector del reino priorizó otros puntos en vez de Monforte. Por eso, a diferencia de pueblos relativamente cercanos, que fueron objeto de incremento poblacional, de establecimiento de ferias y de sistemas más complejos de amurallamiento, Monforte se vio despoblado y, en breve, su propia relevancia geo-estratégica reducida drásticamente. En 1414, en las cortes de Évora, los delegados de Figueira de Castelo Rodrigo ya se refieren al castillo como local «yermo» y, en la actualidad, sólo algunos tramos de muralla muy dañados evocan la anterior relevancia de la fortaleza
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