Sólo restan ruinas de lo que fue el «Castelo de Sernancelhe» que guardaba sobre el siglo X el río Távora cerca del camino que llevaba de Lamego a Guarda.
Es anterior a la formación de Portugal, pues en el siglo X, la defensa de esta parte del territorio fue confiada a Rodrigo Tedoniz cuya hija fue la famosa D. Flâmula (o Chamoa Rodrigues). En el año 960 encontrándose esta gravemente enferma se hizo conducir al Monasterio de Guimarães donando al mismo y por tanto a la Orden de Malta numerosos castillos y sus gentes, entre ellos Sernancelhe, que aparece como “Zeniorzelli”.
Pero a finales de ese siglo, en 997, fue reconquistado por al-Mansur, quedando definitivamente en manos cristianas tras las invasiones impulsadas por Fernando I de León entre 1055 y 1057.
La primera carta foral de Sernancelhe se remonta a la época de la formación de Portugal, concedida en 1124 y posteriormente confirmada por Afonso II en 1220 y por Dinis I en 1295.
Poco mas se sabe del castillo, pues con el avance de las fronteras hacia el sur, fue cayendo en el abandono y la ruina.
Se sabe que presentaba planta ovalada, en apareo de piedra de granito, pero hoy subsisten tan solo algún trozo de muralla y la llamada “Porta do Sol” de arco pleno.
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