Castelo de Pombal

El «Castelo de Pombal» se levanta en una posición dominante en un macizo rocoso en el margen del río Arunca. El origen de Pombal, se inserta en un conjunto de plazas militares (Montemor, Soure, Penela, Germanelo, Miranda do Corvo y Arouce) que se crearon tras la conquista cristiana destinadas a constituir la cintura defensiva del Mondego. Su finalidad era la de vigilar y defender los accesos a la ciudad de Coimbra, que, tras su conquista definitiva en 1064 por el ejército de Fernando Magno, rey de León, acabaría por formalizar en el valle del Mondego la línea de frontera a partir de la cual se extendió la invasión cristiana hacia el sur musulmán.

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Grabado de la “Colecção Castelos de Portugal” editada en cuadernos escolares en los años 70

Era en su tiempo el puesto más avanzado de la línea defensiva (y también plataforma para la ofensiva hacia el sur musulmán) del Mondego, y como tal tuvo un importante papel en la consolidación de las posiciones alcanzadas por los cristianos. Este castillo se articulaba no sólo con la red de fortalezas de la cuenca del Mondego, sino también con otros territorios y castillos más al sur, que formaban parte asimismo de los dominios de la Orden del Temple (como Ceras, y cuando este fue abandonado, Tomar o Almourol).

Un poco de historia

Pombal nació con la construcción de su castillo, ordenado erigir, entre 1156 y 1171, por Gualdim Pais, Maestre de la Orden del Temple. El baluarte (de los primeros del Reino) fue levantado entre las dos fechas, apuntándose 1156 como el año en que sus obras se iniciaron. En efecto, la fecha exacta en que Gualdim Pais hizo construir el castillo permanece envuelto en alguna polémica, pero fruto del cruce de varios testimonios escritos, el año 1156 aparece como el más creíble para el inicio de las obras.

No puede ser considerado el Castillo de Pombal como un valioso ejemplo de la arquitectura militar portuguesa de la Edad Media, tanto por las trasformaciones que sufrió a lo largo de los siglos como por sus deficiencias de traza y estructura. Sin embargo, conserva un aspecto digno de sus tradiciones. De hecho, la Orden del Temple, en gran parte por las influencias traídas por D. Gualdim Pais de Tierra Santa donde participó como cruzado, fue responsable de la introducción de soluciones verdaderamente innovadoras en la arquitectura militar portuguesa en la segunda mitad del siglo XII. Es de esto ejemplo la introducción de la torre del homenaje (construida en 1171) y del alambor (talud en la zona baja de torres y murallas para reforzarlas, mantener a distancia a las máquinas de asalto, provocar el rebote de los proyectiles defensivos y reducir ángulos muertos).

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Torre del Homenaje con su característico alambor

Construido en un lugar elevado, garantizaba un dominio visual sobre todo el territorio circundante; sus extensas murallas, sus cubos cuadrangulares, conjugados con su airosa torre del homenaje y también con lo que queda de las fuertes barbacanas que lo circundaban, nos proporcionan aún hoy un elocuente testimonio de su valor defensivo.

Bajo el reinado de D. Dinis I, ante de la disolución de la Orden del Temple en 1312 por el Papa Clemente V, el rey, en 1319, procedió a ordenar el traspaso de sus propiedades en el país a una nueva orden creada para este propósito, la Orden de Cristo. Pombal y su castillo fueron el escenario de las paces entre el soberano y su hijo D. Alfonso, celebradas en la Iglesia de San Martín en 1323.

CPombal-6Durante la Baja Edad Media, la fortificación románica de Pombal no fue objeto de reformas notables. Fue en tiempos de Manuel I (que había dotado de Foral Nuevo a la villa en 1512), en un momento en que la guerra se había transformado radicalmente por la aparición de la artillería, cuando se desarrolla una primera reformulación de la estructura. La función defensiva pierde importancia a favor del componente residencial, siendo Pero de Sousa Ribeiro, Alcaide Mayor de Pombal y Comendador de la Orden de Cristo, el gran responsable de las mejoras introducidas en los inicios del siglo XVI. De estas obras se destacan aún hoy las ventanas manuelinas abiertas en los muros del castillo.

CPombal-2En el siglo XVII, concretamente en 1663, se hizo una descripción detallada del castillo, incluida en el llamado Tombo de São Martinho, relatando la existencia de una plaza de armas con un «jardín cerrado de muchos árboles de espina«, así como un conjunto de «Aposentos dotados de balcones con columnas, salas de ventanas abiertas sobre el paisaje, amplias y confortables chimeneas y paredes forradas a madera«.

Durante la Guerra Peninsular fue víctima en 1811 del saqueo y del incendio por parte de las tropas francesas bajo el mando del mariscal Michel Ney, que se retiraban derrotadas, de las Linhas de Torres (1811).

Abandonado posteriormente, el antiguo castillo fue arruinándose progresivamente y cubierto de extensa maleza.

Postal Antigua
El castelo de Pombal  todavía arruinado en una postal antigua

Fue clasificado como Monumento Nacional en 1910. En la primera mitad del siglo XX fue transferido a la propiedad de la Cámara Municipal de Pombal. Y a lo largo del mismo, fue objeto de importantes campañas de reconstrucción y restauración.

El Ayuntamiento de Pombal finalizó en 2014 un proyecto de recalificación y valorización del castillo y la ladera envolvente, con el que ha conseguido un espacio público calificado, interconectando el castillo y las áreas urbanas de la zona baja de la ciudad.

Breve descripción

Planta castelo de Pombal
Fuente SIPA y elaboración propia

De planta poligonal irregular, con una configuración escudiforme, presenta un perfil arquitectónico en el que destacan la presencia de las torres regularmente dispuestas. En el interior del recinto poseía un conjunto de construcciones esenciales a la vida de los monjes del Temple, desde luego una iglesia -el pequeño templo bajo la invocación de San Miguel-, y el palacio destinado a la residencia del Maestre de la Orden.

Los paños de muralla están rematados por almenas prismáticas y reforzados en los ángulos y a intervalos regulares por torreones cuadrangulares. El acceso se hacía a través de dos puertas de arco roto, una al sureste, entre torreones; otra al noroeste, abierta en el reinado de D. Manuel y por eso señalada con los tradicionales símbolos de este monarca: el escudo real, la esfera armilar y la cruz de Cristo.

La imponente torre del homenaje, cuadrangular dotada de un potente alambor y con puerta al nivel del primer piso, se alza cerca de la puerta primitiva del castillo.

Intramuros son todavía visibles los cimientos de construcciones y las bocas de la cisterna. En el paño suroeste se abre una ventana doble en cuyo mainel está la piedra de armas de los Sousa Ribeiro, antiguos alcaides del castillo.

La defensa del castillo era reforzada por la existencia de una barbacana parcial, muy reconstruida por las obras de restauración del siglo XX. En el lado exterior, en la plataforma debajo del monte donde se alza el castillo, se encuentran las ruinas de una segunda cortina, dotada de 3 torreones cuadrangulares, así como lo que queda de una capilla renacentista perteneciente a la desaparecida iglesia de Santa María do Castelo.

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