Al «Castelo de Porto de Mós», situado en un otero en posición dominante sobre la población, también se le conoce como «Castelo de D. Fuas Roupinho», primer alcaide de la villa tras la conquista a los musulmanes, que fue inmortalizado en los versos de Luís de Camões en la leyenda de Nazaré.
El castelo de Porto de Mós, fue levantado inicialmente por los árabes sobre los escombros de un puesto de vigía romano. Después de escaramuzas y guerrillas entre moros y cristianos, en 1148 D. Afonso Henriques, asistido por D. Fuas Roupinho acaba por tomar la villa, venciendo a las tropas musulmanas que eran comandadas por el rey Gamir de Mérida.

En el reinado de D. Dinis, en la fortaleza se realizan importantes obras de mejora, recibiendo la Carta Foral en 1305, que se había constituido en municipio.
En 1385, el castillo de Porto de Mos vuelve a jugar un papel decisivo en lo que se convertiría en un hito en la historia de Portugal, la batalla de Aljubarrota, albergando a las tropas del rey João I y D. Nuno Álvares Pereira en las noches anteriores a la batalla, durante las cuales se planificaron las estrategias de guerra que vendrían a dar la independencia definitiva al país.

Después del fallecimiento de D. João I, el dominio del castillo fue legado a su hija y yerno, los Duques de Braganza, y por herencia a su nieto D. Afonso, que fue el responsable de varias mejoras en Porto de Mós, entre ellas la transformación del castillo medieval en un palacete renacentista, proyecto que sus descendientes abrazaron y ampliaron.
En los inicios del siglo XVI, los elementos clasicistas del atrio muestran las intervenciones de Jaime I, cuarto duque de Brangança, a quien el rey Manuel I de Portugal, en 1498, restauró los títulos, tierras y bienes confiscados a su padre.

Alrededor de 1735 una de las cinco torres del castillo se derrumbó. Durante el terremoto de 1 de noviembre de 1755 el castillo fue severamente dañado, habiendo quedado de pie sólo tres torres, muy arruinadas. La muralla quedó abierta del lado norte, y se derrumbó parte del balcón del lado sur. En 1909 un nuevo sismo destruyó tres de las arcadas del balcón, dejando a la vista las bóvedas.
En 1936 tiene lugar la primera intervención de recuperación del monumento. Y posteriormente se acometen nuevas obras de restauración y recuperación, siendo la última, en 1999, recobrando el castillo el brillo que siempre le fue característico.
El Castillo de Porto de Mós está clasificado, desde 1910, como Monumento Nacional.
Breve descripción
Se trata de una obra arquitectónica de singulares características que acumuló a lo largo de los años influencias militares, góticas y renacentistas.
El castillo presenta planta pentagonal, con torreones de refuerzo en los ángulos, adaptado a Paço solariego. Originalmente poseía 5 torres, una en cada ángulo, coronadas por cúpulas piramidales. Las del lado sur que forman la fachada principal disponen color verde en su cúpula; las otras tres están muy deterioradas.
Las murallas están rematadas por matacanes y rasgadas por un balcón al sur y dos al norte. Intramuros, se observa un atrio arruinado que estaba formado por un pórtico con columnas y pilastras renacentistas, situándose en el centro los muros facetados de la cisterna. Puertas y ventanas rectangulares y ojivales, así como otros elementos constructivos y decorativos, revelan la coexistencia de estilos, así como las similitudes con el Paço de Ourém.
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