Las “Fortificações de Arronches” como tantas de la Raya, combinan el castillo medieval con las fortificaciones abaluartadas construidas para adaptarse a la pirobalística a mediados del siglo XVII.
Pequeña reseña histórica
La región fue conquistada en la invasión cristiana de 1166 por las fuerzas de Afonso I, si bien en la campaña de las fuerzas almohades en 1190-1191 volvieron a manos musulmanas, hasta 1235 en que fue conquistada temporalmente por Sancho II. La incorporación definitiva a la corona de Portugal se produce en 1242 tras la conquista de D. Paio Peres Correia, Mestre de la Orden de Santiago.
Afonso III otorgó foral a la población en 1255 para su repoblación ordenando la construcción del castillo sobre los restos de una supuesta fortificación anterior.
No se conoce la primitiva estructura defensiva de Arronches, sólo que fue reedificada en 1310 por orden del Rey D. Dinis. Durante la crisis de sucesión de 1383-1385, fuerzas castellanas ocuparon Arronches, que vino a ser recuperada por las de D. Nuno Álvares Pereira en 1384.
La población creció en importancia por los privilegios concedidos por Afonso IV y por João I. Un hecho corroborado porque se reunieron aquí las Cortes de Afonso V en 1475 para deliberar sobre el casamiento de su sobrina Joana de Trastâmara.

En 1509 Duarte de Armas, recogió en su “Livro das Fortalezas” dos grabados y planta del castillo de Arronches.
A semejanza de otras plazas de la región alentejana situadas en la Raya, durante la guerra de Restauración (1640-1668) también en Arronches se construyeron defensas abaluartadas adaptadas al fuego de artillería. Con este fin toda la villa fue cerrada por cortinas y baluartes con garitas en los vértices. Además, se construyeron siete torres vigía en los alrededores

En esta zona tuvo lugar en 1653 la llamada “batalla de Arronches” que enfrentó a la caballería portuguesa y española. El triunfo de la primera supuso un paso en el triunfo portugués en esta guerra de independencia.
Pese a las defensas en 1661 fue tomada por D. Juan de Austria, que luego fue abandonada. En 1663 se produjo una violenta explosión del polvorín del castillo que produjo graves daños. En 1664 hubo una tentativa de destrucción de la fortificación por parte de las fuerzas españolas al mando del conde de Marcin, pero no llegaron a realizarla debido al refuerzo de 5000 hombres enviado por el general Gil Vaz Lobo.

Un lugar agitado, en 1712 sufrió cerco de las fuerzas españolas en la Guerra de Sucesión. Y en 1801 una nueva batalla en el contexto de la Guerra de las Naranjas con victoria española.
Perdida su función estratégica, a lo largo del siglo XIX diversos fragmentos de las antiguas murallas fueron absorbidos por la expansión urbana de la población. Fue en 1977 cuando el conjunto de “Fortificações de Arronches” se clasificó como Inmueble de Interés Público, lo que permitió algunas intervenciones de consolidación y restauración. En todo caso la ruina avanza y sería necesario un plan de recuperación y valorización.
Descripción
De la fortificación medieval tan sólo subsiste un torreón de planta cuadrangular, con esquinas en granito, sin almenas y adosada a dos edificios residenciales. También existen restos de un cubo de la muralla.
Esta zona está envuelta por el Baluarte del Castelo. A partir de este, en el sentido de las agujas del reloj, son todavía visibles: el baluarte de la Porta de Elvas, con garita, el Baluarte de Santo Antonio; el Baluarte del Espíritu Santo, también con garita, y algunos restos del Baluarte de los Clérigos y del medio baluarte de Nossa Senhora da Luz.
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