La “Praça forte de Juromenha” domina la travesía del Guadiana aproximadamente 30 km. aguas abajo de Badajoz, ciudad de la que en diferentes épocas fue considerada punto defensivo avanzado. Combina dos cinturas de murallas, la más interior correspondiente al castillo medieval y la exterior de planta poligonal estrellada de tipo abaluartado.
La época musulmana
Las primeras referencias musulmanas de la Plaza de Juromenha son de la segunda mitad del siglo IX. Entre los años 874 y 875 Juromenha constituye uno de los principales focos de las llamads revueltas muladíes bajo el señor de la plaza, Makhûl ibn Umar. Muerto el mismo, los territorios de Juromenha pasan a integrarse en los dominios de la dinastía Banu Marwân asociada a la plaza de Badajoz.
En 930 Badajoz, y por tanto Juromenha, quedan sometidas al califa cordobés Abd al Rahmân III. Para 1948 el geógrafo Ibn Hawqal en su obra «Kitâb Sûrat al-Ard», se refiere a Juromenha como puesto de avanzada de la plaza de Badajoz. Finalmente, para 1145 Badajoz y Juromenha son conquistadas por Abû Muhammad Sidray ibn Wazîr durante los segundos reinos de Taifas, hasta la llegada de los almohades en 1150.
El Castillo Medieval
El pueblo y su castillo fueron conquistados en 1167 por las tropas del rey D. Afonso Henriques, con el apoyo de las fuerzas del legendario Geraldo Sin Pavor. Pero ambos, población y castillo, regresaron a manos musulmanas en 1191 durante la ofensiva almohade dirigida por el califa Abu Yaqub Yusuf al-Mansur.
No fue hasta 1242 cuando se produjo la conquista definitiva por las fuerzas cristianas de D. Paio Peres Correia. Ante la falta de pobladores, el Rey D. Dinis le otorgó el foral para fomentar la repoblación en 1312 y promovió el refuerzo de las defensas del castillo que pasó a contar con murallas de tapial revestidas en cantería de granito y pizarra, a las que se adosaban 16 torres cuadrangulares, dominadas por una imponente Torre del Homenaje que se alzaba a 44 m de altura
Como curiosidad, en este castillo se celebraron en 1309 las bodas del Rey D. Afonso IV con Dª Beatriz de Castilla. Y también las de Alfonso XI de Castilla con Dª María de Portugal en 1328.
La población y su castillo se encuentran incluidos en el “Livro das Fortalezas” de Duarte de Armas dibujados en torno a 1509 en dos vistas y una planta. Estas representan el castillo con una cintura única de murallas de planta poligonal irregular, recorrida por adarve y coronada de almenas. Al este se destaca la Torre de Homenaje, rectangular, sobre podio escalonado en el paño exterior a la muralla

La Plaza Fuerte de Juromenha
A partir de 1640 se inicia la Guerra de Restauración de la Independencia de Portugal. El Rey João IV ante la inminencia de una invasión castellana, impulsó un ambicioso programa de reestructuración de las fortificaciones fronterizas de Portugal, adaptando las estructuras medievales a las exigencias de las armas de artillería de la época. De esta forma se inició la construcción en esos decenios de importantes sistemas abaluartados en localidades como Campo Maior, Ougela, sobre todo Elvas y otros lugares como Juromenha
En el caso de Juromenha, ante la evidente precariedad del Castillo Medieval, se presentaron en 1644 tres proyectos al Consejo de Guerra del Rey.
- El del ingeniero y arquitecto italiano Pascoeli, descartado por ofrecer una protección insuficiente;
- El del jesuita neerlandés Cosmander, que llegó a ser elegido pese a los elevados costes y dificultades técnicas que tenía;
- Finalmente el del francés Nicolau de Langres, que, en vista de la paralización del proyecto de Cosmander, se aprobó en 1646, asumiendo las obras.
Con los trabajos aún en marcha, un incendio hizo saltar el polvorín en enero de 1659, lo que causó la destrucción de parte importante de las estructuras ya edificadas y del antiguo Paço Municipal. Un centenar de hombres de la guarnición formada por estudiantes de la Universidad de Évora y tres maestros que los capitaneaban, perdieron la vida en esta tragedia.
Langres se pasó al servicio de España y comandó en persona el ataque artillero en 1662 a la fortaleza que el mismo había construido. Juromenha fue así ocupada por las tropas españolas, permaneciendo bajo su dominio hasta el tratado de Lisboa (13 de febrero de 1668), cuando pasó de nuevo a la posesión de la corona portuguesa.
Desde la Guerra de Restauración hasta hoy
La fortaleza sufrió severos daños durante el terremoto de 1755, procediéndose a obras de reparación y ampliación. Fue entonces cuando fue adosado un nuevo baluarte a la muralla por el lado del río Guardiana para defensa del fondeadero

Debido a su posición fronteriza estratégica, sufrió numerosos ataques. Por ejemplo, en el inicio del siglo XIX, durante la llamada Guerra de las Naranjas, la fortificación fue tomada -sin resistencia- por el ejército de Manuel Godoy, siendo recuperada en 1808.
A partir de entonces fue entrando en progresiva decadencia, hasta su abandono en 1920.
Durante el siglo XX particularmente por el DGEMN desde 1950 a 1996 se realizaron extensas obras de consolidación y reparación. En 1957 fue declarada Inmueble de Interés Público.

Características
Hoy se pueden contemplar trozos de murallas y edificaciones representativas de los diferentes períodos constructivos, con una mezcla de gran interés entre las estructuras medievales con los elementos arquitectónicos típicos de las fortalezas abaluartadas.
Se observa en efecto dos cinturas de murallas: una interior correspondiente al castillo medieval, de planta poligonal irregular; y otra exterior de tipo abaluartado, de planta estrellada, con los ángulos flanqueados por garitas con vigías y en la que observa la presencia de los diversos elementos de este tipo de fortificación: cortinas, revellines, fosos secos, cañoneras…
Al NE existe otro baluarte menor de planta irregular (baluarte de Elvas), y, del lado opuesto, revellines. La puerta principal del baluarte es en arco pleno encimada por frontón con vigía de centinela.
La fortificación interior está constituida parcialmente por tramos de la muralla del castillo con cubos rectangulares almenados y recorrida por camino de ronda y en ella se inscribe la imponente Torre del Homenaje. En el interior del recinto murado se edificaron la Iglesia Matriz y la Iglesia de la Misericordia, así como reedificado el antiguo Paço do Concelho y prisión. También permanece la antigua cisterna con estructura de planta rectangular, dividida en tres naves de tres tramos de arcadas plenas, apoyadas en pilares.
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