El “Castelo de Santiago do Cacém” se encuentra en una colina sobre la localidad de su nombre. Dentro de él se encuentra el cementerio de la localidad.
Antecedentes
Apenas un kilómetro a levante del actual castillo se localizan las ruinas de la ciudad romana de “Miróbriga”, que fue ocupada por los Alanos en las primeras décadas del siglo V, pero que fue abandonada en el siglo VI cuando la población se trasladó a la colina donde actualmente se encuentra el castillo.
La nueva población fue tomada por los visigodos y posteriormente a comienzos del siglo VIII por los musulmanes que la denominaron “Kassen” y que construyeron la actual fortificación.
Historia del castillo
En 1158, durante el reinado de Afoso I, Cacém fue conquistada por primera vez a los musulmanes por los caballeros de la Orden del Temple. En 1185 fue recuperada por los musulmanes, pero al año siguiente, en 1186 de nuevo fue ocupado por los cristianos de la Orden de Santiago.
Pero las fuerzas Almohades tomaron el castillo en la campaña de reconquista de 1190-1191 permaneciendo en manos musulmanas hasta 1217 en que Cacém pasó definitivamente a la corona portuguesa en tiempos de Afonso II de Portugal (1211-1223). El rey confirmó el dominio de la orden de Santiago sobre la localidad; a partir de entonces la población pasó a ser conocida por su nombre actual: Santiago do Cacém.
De 1310 a 1336 el dominio sobre el castillo fue donado por Dinis I a la noble bizantina Vataça Lascaris (Dona Vetácia), amiga de la reina Santa Isabel. A su muerte los dominios del castillo retornaron a la Orden de Santiago.
Felipe II de España donó el castillo a los Duques de Aveiro en 1594. En 1759 retorno a la posesión de la corona. Y en 1796 perdió parte de la muralla parala reconstrucción de la Iglesia Matriz.
A partir de 1838 o recinto del castillo pasó a ser utilizado como cementerio de la ciudad, función que conserva hasta nuestro días. Fue clasificado como Monumento Nacional en 1910.
En el siglo XX se realizaron campañas de restauración y conservación, en 1945-1947, 1948, 1955, 1961-1963, 1964 y 1986.
Características

El Castelo de Cacém presenta planta trapezoidal irregular Presenta planta trapezoidal irregular, de 190 metros de longitud, con sus murallas reforzadas originalmente por 12 torreones, de los que restan 4 cuadrangulares y cinco circulares. Todo el recinto está rodeado por una barbacana baja. Tanto las murallas como la barbacana están coronadas por su adarve y con merlones paralelepipédicos, atravesados alternativamente pro saeteras.
La entrada se realiza por una puerta única en arco quebrado abierta al este, a la derecha de la iglesia. El interior del recinto está ocupado por el cementerio, con parcelas divididas por setos y parcialmente arbolado con cipreses, una pequeña capilla rectangular y un edificio bajo, longitudinal, de servicios administrativos, arreglos y sanitarios.
Al este se localizan las ruinas de la alcazaba, de planta trapezoidal irregular, compuesta por parte de los muros maestros con puerta en arco rebajado al oeste, un cubito circular al noroeste, algunas paredes divisorias, y un patio central con cisterna de pozo cuadrangular con herrajes.
Adosada al sudeste la Iglesia Matriz de Santiago, construida en el siglo XIII, pero que fue reconstruida tras el terremoto de 1755. En su interior destaca un grupo escultórico en relieve que representa a «Santiago combatendo os Mouros».
La leyenda de la fundación
Durante la ocupación musulmana, era señor de esta región un moro muy rico que tenía tres hijos: dos varones y una niña. Muy viejo, sintiendo la muerte cercana, llamó a los hijos y les comunicó el deseo de repartir sus bienes, pidiéndoles que lo hicieran armoniosamente entre sí. Según la costumbre, el muchacho más viejo tomó para sí las tierras que deseaba; el segundo, procedió del mismo modo, con la parte restante. En el caso de la joven, el anciano padre le pregunta si se había quedado satisfecha con la parte que le tocaba, a lo que ella respondió: “Sí, padre mío, pero no deseo propiedades. Creo que es más necesario tener un castillo para nuestra defensa. Para mí sólo deseo el terreno que se pueda cubrir con la piel de un buey”.
Ante la admiración del padre y de los hermanos, le presentaron la piel que había pedido, para que pudiera demarcar la parte que había reclamado de la herencia. La joven hizo entonces cortar la piel en finas tiras, y con ellas delimitó el perímetro del área que pretendía. Al terminar, se sucedieron tres días de fuerte niebla, y al disiparse la niebla todos vieron entonces, erguido por artes mágicas, el Castillo de Santiago do Cacém.
La leyenda de la princesa bizantina
Otra leyenda narra como una princesa llamada Bataça Lascaris (Vataça Lascaris), huyó del Mediterráneo oriental, al mando de una escuadra por ella misma armada. La princesa -cuenta la leyenda- desembarcó en Sines, se dirigió al sur y atacó una población musulmana gobernada por un señor de nombre Kassen. La princesa derrotó a ese señor tomando la villa el día de Santiago (25 julio), por lo que denominó a la misma con el nombre de Santiago de Kassen
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