El “Forte de Albarquel”, se encuentra en la playa del mismo nombre, en Setúbal, en la margen derecha del estuario del río Sado. Formó parte de la línea defensiva litoral que se extendía desde Setúbal a Sesimbra.
Se construyó en 1643 juntamente con las obras de ampliación del forte de Santiago do Outão en el contexto de la remodelación de la estrategia defensiva del reino en la guerra de Restauración en la que la defensa de la barra del río Sado adquiría gran importancia. Complementaba la defensa proporcionada por el Forte de São Filipe.
La financiación de las obras corrió a cargo de los propietarios de las salinas y de los navegantes de la Casa do Corpo Santo. Quedaron finalizadas en el reinado de Pedro II de Portugal.

Em 1761 fueron realizadas obras de reparación de desperfectos. Y ya en 1889, perdida su función defensiva fue arrendado como residencia del consejero Joaquim de Carvalho.
En la primera mitad del siglo XX fue construida en el cerro situado tras el fuerte una batería en casamatas con tres cañones Krupp de 150 mm, con una guarnición de 30 hombres, hoy abandonada.

El fuerte abandonado se ha anunciado que va a ser transformado en un complejo cultural, tras ser cedido por el Estado a la Cámara Municipal de Setúbal
El fuerte presenta planta trapezoidal con un pequeño baluarte en el vértice sudeste u una garita al sur, ambos mirando al mar. La puerta de armas se abre al norte, en el lado de tierra.
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