Es una torre en “forma de Pezuña” por ser su planta de medio círculo prolongado y con dos espolones oblicuos u hornabeques en el dorso. Está situada en el barrio de la Cala del Moral o Cala de Mijas en el centro de una plaza ajardinada en su entorno. Su visión es difícil salvo desde la playa.
En este lugar, la Ordenanza de los Reyes Católicos de 1497 refleja que junto a unas piedras existía una vigilancia de tres peones elegidos por la ciudad de Málaga con jornal de veinticinco maravedíes, que se pagaba con los impuestos recaudados a los “moros” conquistados. Asimismo, dicha Ordenanza disponía que en este lugar había de construirse una atalaya en consideración a la asignación que se había otorgado al requeridor Fernán Rodríguez de Coca. Pero tal requeridor más bien debió quedarse con el dinero requisado a los moros.

Es por esta corruptela nada extraordinaria que la Torre no será construida hasta 1770 siguiendo el modelo diseñado por José Crame para las Torres Baterías en forma de pezuña para dos cañones. Tanto esta como su gemela del Lance de las Cañas, y el fuerte de Sabinillas, responden a las frecuentes correrías de corsarios, especialmente los amparados por la presencia británica en Gibraltar.
Su construcción es de mampostería, obra que llamaban de “cal y canto”, complementada con uso de ladrillo en diversos elementos como; esquinales, jambas y dinteles, aspilleras, molduras del pretil y bóvedas y muros interiores. Su disposición interna se compone de dos plantas y una azotea; la superficie de estas cámaras va incrementándose al par que naturalmente disminuye el espesor de los muros exteriores.

El ingreso se hacía a través de una escala de cuerda, por un hueco a unos seis metros de altura, siempre situado al lado oriental del espigón derecho.
La sala principal (planta alta) está iluminada por dos ventanas laterales; tiene el frente circular y se cubre con bóveda de ladrillo; en el testero norte se alinean todos los servicios necesarios, que a partir de la izquierda son: escalera de dos tramos y meseta para descender al sótano; alacena; subida a la puerta de ingreso; gran chimenea para producir el humo de la alarma, ante ésta un hueco circular en el suelo para elevar las municiones del sótano; nicho y escaleras de subida a la terraza, en forma de U descubierta en el último tramo; en el arranque de esta escalera hay dos saeteras que baten y vigilan el portillo de ingreso.

La estancia inferior, o santabárbara, es más reducida, no hay el menor hueco al exterior, su única luz penetra cenitalmente por el círculo de la bóveda. En el espigón oriental hay dos salitas para almacenar la pólvora, municiones, paja y materias inflamables.
De los tres guardas, uno debía permanecer allí fijo en centinela, cada mañana había de atajar otro hasta la torre de la Calahorra, a donde diariamente llegaban también de Marbella y, por último, el tercero había de dormir por escucha, cada noche a mitad de camino de la punta de Fuengirola y regresar por la mañana, atajando, a la Cala del Moral.

A no mucha distancia de esta torre, en la playa mijeña del Charcón desembarcaron las dos naves que comandaba el general Torrijos en diciembre de 1.831 con el objetivo de derrocar el régimen absolutista de Fernando VII y restaurar la Constitución de 1812.
En Torreón de la Cala de Mijas se puede encontrar una sala dedicada al episodio protagonizado en 1.831 por el general Torrijos. A la derecha, los rebeldes liberales tuvieron que recorrer buena parte de esta sierra en la noche del 3 de diciembre. Supongo que ya sabéis que la cosa no acabó bien y que Torrijos y 48 de sus compañeros supervivientes fueron fusilados el 11 de diciembre de ese año en Málaga, sin juicio previo, en la playa de San Andrés. Los borbones nunca se han andado con chiquitas
La Asociación Histórico-Cultural Torrijos 1831 realiza periódicamente distintas recreaciones en enclaves como la playa del Charcón, el refugio de Torrealquería (en Alhaurín) o la sierra de Mijas. http://www.torrijos1831.com/
A esta torre batería también se la conoce popularmente como el Torreón de La Cala. En el siglo XX, sirvió de vivienda y se le abrió una puerta a nivel de la calle, así como una ventana en lo que originalmente era el depósito de municiones. Posteriormente, fue restaurada por el Ayuntamiento de Mijas, que la adaptó para su uso museístico, siendo sede actualmente del Centro de Interpretación de las Torres Vigía del Museo Histórico-Etnológico de Mijas.
Localización: 36º 30’ 12,4’’ N / 4º 40’ 43,4’’ W
Foto de portada: figurantes de la Asociación Torrijos 1831
