| Provincia | Almería |
| Municipio | Pulpí |
| Zona/Pedanía | San Juan de los Terreros |
| Tipología | Fuerte abaluartado para cuatro cañones |
| Fecha de construcción | 1758/1764 |
| Proyecto | Original: Thomas de Warluzel d’Hostel. Definitivo: Antonio Duce |
| Localización | 37.357184, -1.651927 |
Empezamos nuestro recorrido por fortalezas, torres, fuertes y castillos para la defensa de la costa andaluza. La primera fortificación la encontramos en el municipio de Pulpí, en la pedanía de San Juan de los Terreros.
Empecemos diciendo que los juegos de alianzas más o menos familiares y guerras emprendidas por la corona española (a costa del común dígase de paso y con resultados en general desastrosos para España y para las arcas del Estado) enfrentaron a la corona española con Inglaterra, con el resultado conocido de la pérdida de Gibraltar y Menorca.
A partir de ahí los ingenieros de Carlos III elaboraron planes de defensa de la costa andaluza basado en la idea de considerar el litoral como un inmenso, imaginario y algo quimérico perímetro amurallado. Para ello se diseñaron una serie de prototipos de fuertes que se repetirán una y otra vez con muy escasas variantes en toda la costa andaluza.
Entre ellos, uno de los primeros construidos fue el Fuerte de San Juan de los Terreros, que se levantó en la Colina de la Amarguera, que tiene un espectacular dominio de la costa, y donde se encontraba una torreta muy rudimentaria que fue derruida para iniciar la construcción de este Castillo. El primer plano fue diseñado por el ingeniero militar flamenco Thomas de Warluzel D’Hostel, que dio comienzo a las obras en 1758. La finalización de estas con ligeros cambios fue en 1764 de la mano del ingeniero militar aragonés Antonio Duce.
El volumen del castillo presenta dos alturas, resultando excepcional que el acceso al interior se realice por el nivel superior. Además, al estar rodeado de un foso (propiciado por la propia topografía del lugar), obliga a cruzar un puente hasta llegar a la portada de acceso, enmarcada en un sorprendente remate, elaborada en piedra. Tenía capacidad para 25 hombres y cuatro cañones.
Pero su falta de uso militar llevó a su abandono durante años, Aunque fue restaurado en 1980, volvió a caer en desuso y sólo a partir de la entrada del siglo se ha vuelto a rehabilitar para destinar esta bonita fortificación a información turística.
Torres, castillos y fortalezas 