Una larga historia tiene esta «Torre de Redondos», también denominada «Torre de Buarcos», situada en la freguesía de Buarcos de Figueira da Foz y que llegó a nuestros días apenas como la esquina de la poderosa torre medieval que fue.

Implantada en uno de los extremos de la población de Buarcos, la Torre de Redondos es lo que resta de una fortaleza medieval, correspondiendo a una cuña/esquina de una torre de vigila, con muros de albañilería y argamasa
La documentación del siglo XV permite reconstituir la planimetría original de la estructura defensiva, que se desarrollaba en planta cuadrangular, con tres plantas en algunos tramos de muralla y cuatro en otros; si la planta baja era ciega, la primera planta contenía una puerta, posiblemente precedida por escalera, y los restantes pisos estaban abiertos al exterior por ranuras o saeteras. El conjunto estaría coronado por almenas.
Se desconoce la fecha de su construcción, pero debe ser como mínimo del siglo XI, ya que consta una torre en Buarcos en el escrito de donación realizado por el Abade Pedro al obispado de Coimbra en 1096.
Ubicada en una zona de costa, donde era fundamental garantizar la seguridad del fondeadero de la ensenada de Buarcos, la torre integraría un conjunto de atalayas defensivas construidas por orden de D. Sesnando Davides.

Este complejo defensivo se mantuvo por toda la Edad Media, pero a principios del siglo XV, la Torre de Redondos fue ampliada con la apertura de un foso, formando entonces un conjunto con otra torre ubicada en las proximidades. En efecto, Livro de Fazendas e Rendas de la Universidad de Coimbra, de 1579, indica la existencia del Castillo de Buarcos, refiriéndose a esta torre como la Torre de Cima de la Iglesia, para distinguirla de otra, la Torre de Baixo , dejando entrever la doble estructura defensiva.
Sin embargo, con el desarrollo de nuevas tipologías defensivas y la introducción de las armas de fuego, las atalayas medievales se tornaron obsoletas, además de ser blancos fáciles de los ataques corsarios. Así, en 1570 se inició, junto a la cala y al oeste de la torre medieval, la construcción de la Fortaleza de Buarcos, que continuó hasta el siglo XVII.
Carlos Van Zeller y el conde polaco Athanasius Raczynski se refieren a la torre en 1843, cuando poseía aún amenas y murallas, señalando su estado de ruina, pues había perdido toda su importancia estratégica. En estas circunstancias, el MOP ordenó la demolición de la torre en 1854, pero el ingeniero hidrógrafo Francisco Maria Pereira de Silva consiguió mantener una cuña del torreón en pie, “para servir de orientación a los navegantes y de señal a los trabajos geodésicos y topográficos del reino».
Los restos de la Torre de Redondos fueron clasificados como de Interés Municipal en 1996
Deja una respuesta