Defensas costa andaluza 188: El castillo de Santa Catalina en la Caleta

Se puede decir que el fuerte de Santa Catalina es la más antigua de las fortificaciones de Cádiz. De nuevo tenemos que referirnos al saqueo inglés de 1596 que provocó una conmoción en toda la España de Felipe II. Tanto que, como se dijo, El monarca estuvo considerando abandonar Cádiz y trasladar la población al Puerto de Santa María.

Decidida la opción de la fortificación de la ciudad, la primera decisión que se toma es la construcción de un fuerte abaluartado en la Punta de la Nao en la Caleta, encargándose su diseño y ejecución al importante ingeniero militar Cristóbal de Rojas.

Fue una decisión no exenta de polémica, pues buena parte de Cádiz no estaba de acuerdo en invertir tanto dinero en un fuerte tan alejado de la propia ciudad. Téngase en cuenta que la Cádiz urbana de comienzos del siglo XVII llegaba mas o menos tan sólo a la actual calle Sagasta..

Cristóbal de Rojas creía que el fuerte podía proteger de desembarcos en la Caleta, como habían intentado los ingleses, controlar los buques que llegaban a la bahía por poniente y en caso necesario permitir la llegada de socorros a la ciudad.

El castillo de San Sebastián al fondo

Así que en 1598 se inicia la construcción del Fuerte de Santa Catalina, finalizando en 1621, ya muerto Cristóbal de Rojas en la ciudad en 1613. Se encargó de terminar las obras Ignacio Sala.

Siguiendo las teorías más avanzadas de la época, Cristóbal de Rojas diseñó un fuerte en forma de estrella de cinco puntas. De las cinco puntas tres ingresan en el mar y dos se dirigen a tierra, de forma que las dos puntas de la izquierda controlaban la caleta y la punta principal y la de la derecha apuntaban hacia mar abierto.

Plano del Castillo de Santa Catalina. Elaboración propia.

Hacia tierra, se forma un hornabeque o muralla en la que se encuentra la puerta de entrada, protegida por los dos semibaluartes de pronunciados orejones. Un foso cubre el frente de tierra y el lateral derecho. Sólo mediante un puente es posible acceder a la única puerta de acceso. El puente está protegido por una caseta de vigilancia superior, bajo la cual se encuentra una placa conmemorativa que conmemora la finalización de las obras.

En Santa Catalina engarzan tanto la muralla que protege a la Caleta, como a su derecha y hacia el norte, hasta el baluarte del Bonete.

El interior se organiza en torno a una plaza de armas cuadrada desde la que se accede a los muros de los baluartes mediante rampas o escaleras. En torno a esta plaza se construyeron la casa del gobernador, cuarteles, alojamiento de oficiales, polvorín y un pozo. Más tarde -en 1693- se levanta una capilla.

Pese a ser una de las fortalezas mas imponentes y mejor diseñadas, que sirvió de modelo para otros fuertes sobre todo en Latinoamérica, el castillo de Santa Catalina nunca llegó a entrar en combate. En 1769 es convertida en prisión para militares y disidentes políticos.  Por ella pasó por ejemplo el líder de la independencia de México Mariano Abasolo. También pasaron por ella algunos de los militares que participaron en la intentona de golpe de estado de 1981.

En 1991 el Ministerio de Defensa dejó de hacer uso del castillo. Estuvo un tiempo abandonado y posteriormente el Ministerio estableció un convenio con el Ayuntamiento de Cádiz, que se hizo cargo de él al objeto de rehabilitarlo.

El Ayuntamiento efectivamente ha procedido a una restauración completa y lo ha convertido en un magnífico centro cultural, que dispone de tres salas de exposiciones que alternan sus contenidos y una sala con una exposición permanente sobre el mar. Además, se pueden realizar conciertos y otras actividades culturales.

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