El Puerto Histórico de Palos de la Frontera
Hoy no quedan sino restos arqueológicos del Puerto de Palos que sucumbió a los cambios en la línea de costa que ha sufrido el Estuario del Tinto y el Odiel. Pero a comienzos del siglo XV era uno de los más importantes del litoral andaluz, y atesoraba una amplia tradición marinera.

Disponía Palos de una magnífica posición: sobre un cabezo de 39 metros dominaba plenamente la desembocadura del río Tinto, y reunía unas condiciones inmejorables como puerto interior, al resguardo del viento y de los ataques de piratas, pero con un rápido acceso a los bancos de pesca y rutas comerciales atlántico-africanas, que la coyuntura secular hacía muy rentables y prósperas.

Las principales expediciones navales castellanas, contra Portugal y sus dominios, requirieron siempre la presencia de marinos palermos, verdaderos expertos en las navegaciones atlánticas que, gracias a su pericia y hazañas, lograron fama internacional.
Asó no fue nada casual que el puerto elegido para iniciar la aventura del viaje a las “indias” fuera el puerto de Palos de donde partieron las tres carabelas de Colón.
Pero paradójicamente la conquista de América provocó el desplome en la población del municipio y el consiguiente descenso en la actividad del puerto. La creación de la Casa de la Contratación de Indias en 1503 en Sevilla supuso el principio de la decadencia del puerto de Palos, que se abandonó definitivamente a finales del siglo XVI. A principios del siglo XVII quedó cubierto y sepultado por la erosión climatológica de la colina a cuyos pies se localiza y los cambios en la línea de costa provocada por la sedimentación.

Desde entonces ha estado sepultado sin que se supiera muy bien su ubicación, hasta que en 1992 se localizó su ubicación y posteriormente se ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para su recuperación.
El castillo de Palos de la Frontera
Sin duda este Castillo, debe su origen al estratégico Puerto y al comercio que generaba que alcanza su mayor esplendor en el siglo XV.
Aunque se habla de que su fundación pudiera remontarse a época musulmana, cuando Palos de la Frontera se encontraba bajo la jurisdicción de Niebla, tanto fuentes arqueológicas como documentales han suscitado controversia sobre el tema.


A la izquierda el cabezo del castillo antes de la rehabilitación. A la derecha reconstrucción hipotética
Las fuentes documentales aportan que, en época de Alfonso XI de Castilla, fue donada una alquería a Don Alfonso Carro y Doña Berenguela Gómez, y que posteriormente en 1379, Palos de la Frontera es entregado por el rey Juan I de Castilla a Alvar Pérez de Guzmán que fundo la Villa y procedió a su posterior repoblación.
Tanto por las investigaciones de fuentes documentales como por las intervenciones arqueológicas, se han determinado varios periodos de construcción del Castillo de Palos de la Frontera coincidiendo con el crecimiento demográfico y el desarrollo comercial que se daba en el Puerto Histórico.
Originalmente en el siglo XIII existía una torre exenta de planta poligonal sobre el cerro a la izquierda del río Tinto.
Luego, en el siglo XIV se produce una ampliación con el añadido de tres torres más y un muro adosado a la torre primigenia, conformando propiamente un castillo como tal. Su planta podría haber tenido entre unos 27 x 22 m, de Norte-Sur y de Este-Oeste respectivamente.



Imágenes de las obras de reconstrucción
Su momento álgido y últimas reformas se realizaron en el siglo XV, cuya estructura es la que se ha conservado hasta hoy. Posteriormente en los siglos XVII y XVIII, coincidiendo con la decadencia de Palos y la desaparición del Puerto, se va abandonando el inmueble, del cual solo van quedando restos.
A partir de 2016 el Ayuntamiento con la colaboración de la Universidad de Huelva ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de restauración, que incluye la recreación de toda la zona portuaria, así como el Castillo de San Jorge, y otras zonas del casco histórico.
El Proyecto de Restauración del Castillo se ha dividido en varias fases. La primera de ellas ha sido la recuperación de los restos mediante un proyecto de estudio y reconstrucción. A partir de ahí, gracias a la existencia de multitud de documentos históricos que describían el castillo de Palos, se ha podido realizar un trabajo exhaustivo en su recreación intentando reproducir el castillo de la forma más fidedigna posible.
Aunque no se ha reconstruido totalmente, y sin ser un experto, no me gustan mucho los mamotretos de hormigón.

Ha sido interesante el descubrimiento de una mazmorra, que pudo usarse también de almacén o aljibe, e cuatro metros de ancho, largo y profundidad. Se ha diseñado e instalado una estructura en forma de cúpula que permita la observación de su interior por los visitantes y turistas cuando el Castillo de Palos se abra al público, tras decidir la mejor forma de entrada al mismo.
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