Defensas costa andaluza 213: El desaparecido Castillo de Huelva

Poco vamos a decir del Castillo de Huelva pues no queda nada de él, excepto restos arqueológicos. El lugar donde se construyó, el cabezo de San Pedro, era estratégico, ya que desde él se controlaba totalmente el estuario que forman los ríos Tinto y Odiel en su desembocadura.

Como demuestran todas las fuentes conocidas, el cabezo de San Pedro fue siempre un emplazamiento defensivo de la villa y constituyó el entorno fundamental de donde se ubicaba población al menos entre siglos XII a XV. Cuando, desde fines del siglo XV y principios del XVI, la villa se va extendiendo al llano, buscando el mar, el emplazamiento tuvo una función sólo militar, que todavía se mantendrá hasta fines del siglo XVIII.

Conforme se deshabitaba el castillo fue deteriorándose a lo largo del siglo XVI, aunque aún mantenía su carácter defensivo frente a incursiones de piratas. En 1594, el duque Alonso IV Pérez de Guzmán ordenaba las obras fundamentales para reparar la fortaleza. La dirección de las mismas se encomendó a los maestros albañiles de Trigueros Sebastián Sánchez y Pedro Gómez. Desde entonces y hasta 1640, los condes de Niebla y su corte local habitaron el Castillo.

A partir de esa fecha, tras la conjura de los Duques de Medina y Ayamonte en connivencia con la independencia de Portugal (al parecer pretendían la independencia de Andalucía), el castillo fue abandonado. Buena parte de sus piedras fueron utilizados para el palacio que se construyó el nuevo duque.

La ruina era creciente. En 1755 le afecto el terremoto de Lisboa y los franceses cañonearon los restos en 1808. En 1828 su lugar se usó como cementerio. A la altura de 1866, casi ni quedaban vestigios de la fortaleza como consta en el documento de venta del cabezo por el marqués de Villafranca (entonces propietario del mismo) a Don Bernardino Maldoqui.

Recientemente, los estudiantes de Ingeniería Técnica informática de la Universidad de Huelva han realizado una reconstrucción virtual de como pudo ser el castillo. (Portada de esta entrada)