Para completar el sistema defensivo de la Bahía de Cádiz se construyeron una serie de baterías en la costa desde el Puerto hasta Rota. Algunas fueron construidas antes del ataque inglés de 1702, cuando saquearon Rota, El Puerto y Puerto Real y volaron el Castillo de Santa Catalina. Otras fueron levantadas en los primeros años del siglo XVIII al tiempo que se reconstruía de nueva planta el fuerte.
Estas baterías fueron La Laja (Castillito de La Pólvora); La Ciudad (Fuerte Ciudad); La Arenilla (Pinar de Mochicle); La Bermeja (entre Las Redes y El Manantial); El Palmar (Playa de Los Curas); La Puntilla y La Gallina (ya en el actual término municipal de Rota).
Se trataba de baterías menores, de poca capacidad y guarnición, cuyo mayor interés era su ubicación en salientes de la costa, precisamente en la zona donde había desembarcado la flota anglo-holandesa en 1702.
De todas ellas tan solo quedan restos visibles de las tres primeras, sabiéndose ubicación aproximada del resto por los planos de diferentes épocas. Para mediados del siglo XVIII ya había desaparecido El Palmar y a finales de ese siglo la Gallina.
Recorriendo la costa partiendo de la desembocadura del Guadalete, la primera que encontramos en el Fortín de La Laja o Castillo de la Pólvora. Situado sobre un promontorio saliente a la izquierda de la desembocadura del Guadalete, tenía forma trapezoidal con la artillería dispuestas con dos lados en ángulo dirigidos hacia la boca del río. Contaba con varias estancias cubiertas, entre ellas un polvorín.
Sufrió numerosas reformas y cambios tras el destrozo del terremoto de Lisboa de 1755. Y fue desmantelada durante la Guerra de la Independencia por el Duque de Albuquerque. Restos de la Laja sobreviven en el restaurante el Castillito en la playa de la Puntilla. El edificio abovedado que dispone sería probablemente el polvorín.
Restaurante el Castillito, donde se conservan restos del Fortín de la Laja
Pasado el Fuerte de Santa Catalina encontramos los restos de la Batería Ciudad, también conocida como Ciudad Vieja o de los Milagros. Era la mas cercana a Santa Catalina, cerrando entre ambas la playa la Calita. Tenía forma pentagonal con dos de sus lados en ángulo enfrentados al mar con merlones y cañoneras. Quedan restos de la plataforma sobre la que se ha construido un torreón de dudoso gusto.
A continuación, encontramos la Batería de la Arenilla, que se encuentra en un lugar tan arenoso que la batería y sus cañones estaban en gran parte enterrados bajo la arena. De poco servía quitarle la arena porque la mucha que había alrededor era en poco tiempo acumulada por el fuerte viento sobre el reducto. Ya en 1737 Ignacio Sala propuso reemplazarla por una batería circular situada más hacia la línea de playa para evitar la acción de la arena, pero no llegó a realizarse.
Tiene planta trapezoidal, siendo su lado mayor el frente principal que domina la bahía y el menor su gola hacia el lado de tierra, cerrada ésta por un muro con aspilleras. En su lado principal se abren 4 troneras, disponiendo cada uno de los laterales tanto de troneras como de aspilleras. Disponía de un cuerpo de guardia, casi desaparecido. En 2010 se desarrolló un proyecto de Demarcación de Costas para su consolidación.
Las fotos de La Arenilla son de Antonio García
La Batería de la Bermeja debió estar situada en la prominencia que hay entre el Ancla y Fuentebravía. Era de las más potentes pues contaba con 6 cañones. Pero no queda ningún resto de ella
Igual pasa con la Batería del Palmar, ya en la Playa del Almirante, que ya había desaparecido a mediados del siglo XVIII. Era de las mas antiguas. En 1702 Pérez Sevilla la describía como un pequeño reducto de tres cañones.
Pasando ya al término de Rota, en la base naval, se encontraba en la Punta de su nombre la Batería de la Puntilla. Estratégicamente era la más interesante pues se encontraba en la punta más saliente entre El Puerto y Rota y cubría fuegos con las baterías de Rota, como La Culebrina.
Finalmente, también en lo que hoy es la base naval, se encontraba la desaparecida Batería de La Gallina, la mas débil de todas pues apenas estaba levantada de arena. Para finales del siglo XVIII ya había desaparecido.
Los planos son de Ignacio Sala en 1737. Y con esto hemos entrado en Rota atravesando la Base Naval. El próximo post va del castillo de Luna en Rota.
Torres, castillos y fortalezas 
Deja un comentario