Defensas costa andaluza 186. El frente del vendaval de Cádiz

Y el nombre no puede ser más que adecuado. El frente sur de la isla gaditana fue el último de todos en ser fortificado pues lo encrespado de la costa hacía difícil los desembarcos enemigos por la zona. Pero los embates del mar, especialmente los fuertes temporales que suelen azotar esta costa en los meses de otoño e invierno obligaron a construir una muralla, justamente llamada Muralla del Vendaval, para proteger este frente.

Las murallas azotadas por el temporal en la primera mitad del siglo XX

Ya en 1608, la ciudad consiguió que el obispo hiciera construir un rompeolas delante de la Iglesia Mayor (catedral vieja) ante el derrumbe del terraplén que la ponía en peligro. Posteriormente se extiende la muralla de protección, que tiene que ser reformada y restaurada muchas veces por los socavones provocados por la erosión del mar. Tuvieron que ser reconstruidas más de 20 veces, así que se sucedieron los proyectos de reforzamiento para evitar los derrumbes.

Por ejemplo, el de Ignacio Sala en 1728 consistente en aportación de escollera al pie de talud. Posteriormente, Juan Cavallero en 1772 mejora la idea de Sala planteando un perfil retranqueando la parte superior buscando un efecto botaola

Una de las soluciones más curiosas que se planteó fue la de Tomás Muñoz consistente en crear una playa artificial frente a las murallas. Según cuenta el propio Muñoz el proyecto fue recibido por la ciudad con alegría y la gente acudía a divertirse con el juego de las olas, que se destruyen unas olas con las otras, sin llegar a amenazar el pretil

El proyecto de playa artificial de Tomás Muñoz

El proyecto aportaba, como innovación, la construcción de un plano inclinado de 15º que supuestamente disiparía la energía mareomotriz, incluso con olas rompientes, antes de llegar a la muralla. Fue construida entre 1788 y 1791. Pero tuvo un éxito efímero puesto que en el invierno de 1792 un nuevo temporal abrió una brecha frente el Palacio Episcopal. Por falta de presupuesto no fue reparada y la brecha fue aumentando poco a poco de tal forma que para 1813 de la playa solo quedaba el recuerdo.

Grabado de la ciudad en plena construcción en 1788 de la playa artificial en la zona del Campo del Sur

Los socavones se reprodujeron en el siglo XIX y en la primera cincuentena del siglo XX, hasta que en 1948 se decidió la instalación de bloques de hormigón para proteger la muralla de la ciudad, aunque los trabajos, ejecutados entonces por el Ministerio de Obras Públicas encabezado por el general Fernández Ladreda, se ejecutarán a lo largo de 1949.

Reparación de la muralla en la zona del Matadero

Como dice el blog “Curiosidades de Cádiz”, en el Campo del Sur, por desgracia, se optó por lo más fácil, es decir, arrojar sin más los bloques, amontonándolos unos encima de otros, como si se tratara de un simple espigón o escollera sin ningún interés histórico o artístico, y sin importar para nada el daño urbanístico y estético ocasionado a la imagen de esta zona de la ciudad. Basta comparar un grabado o fotografía antigua de esta muralla con su imagen actual para apreciar el cambio a peor que se ha producido, privándonos a gaditanos y turistas de esa espléndida panorámica de la muralla que se vislumbra bajo el caserío y la Catedral sin los susodichos bloques de hormigón.

Una de las últimas actuaciones se llevó a cabo en 1993, en que se restauró el tramo de muralla frente a la Cárcel Vieja y donde la mayor diferencia con respecto a diseños anteriores estuvo en el ángulo de inclinación de muralla.

Sección transversal de la muralla a la altura de la Cárcel Vieja

En todo caso la muralla, aunque su función principal era protegerse de los embates del mar, también sería utilizada como defensa, pues con ella se amurallaba la totalidad de la ciudad. En efecto, desde la plataforma que dejaba la muralla se podían montar piezas de artillería.

Por otro lado, en el frente del vendaval se construyeron una serie de baluartes. Desde el este, tras el baluarte de San Roque del frente de tierra, se encontraba el desaparecido Baluarte de Matadero, tras ese edificio, construido en 1679. A continuación, tras la cárcel Real (actual Casa de Iberoamérica), se levantaba el Baluarte de San Nicolás, desaparecido por los socavones que sufría y las obras de remodelación de la muralla. En estas se encontraban luego las Plataformas de San Miguel y San Rafael

El Baluarte de San Nicolás a comienzos del siglo XX, ya en pleno proceso de ruina

A continuación, el Baluarte de Capuchinos frente al antiguo Convento de ese nombre, que fue construido en 1672 usando piedra ostionera. Presenta tres frentes abiertos al mar, protegidos de la acción del oleaje por bloques de hormigón, mientras que está abierto a la ciudad por la gola. Consta de un baluarte al que se le han suprimido los merlones. Tuvo una garita esquinera, de la que aún queda la parte inferior. Actualmente, está ocupado por la Escuela Infantil Virgen de la Palma.

Baluarte de Capuchinos

Finalmente, antes de llegar a la Caleta, encontramos el Baluarte de los Mártires Su misión principal era la protección del flanco sur de un posible ataque desde el mar. Fue construido en 1627 utilizando también piedra ostionera. Su construcción original era de planta triangular con dos lados frente al mar y el tercero abierto a la ciudad. La parte inferior del baluarte se halla protegida del oleaje por un arrecife artificial realizado con bloques de hormigón. Fue rehabilitado en 1990 para convertirlo en restaurante.

Baluarte de los Mártires

Foto de portada: las murallas del vendaval en una foto alrededor de 1920 coloreada

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